Perú Católico, líder en noticias.– Perú Católico, líder en noticias rumbo al Bicentenario de la Independencia. Este artículo es escrito por el Doctor e Historiador José Antonio Benito.

Nace en elayllu Pongo Ayamarca, pueblo de Nuestra Señora de la Natividad, de Chincheros (Perú), 1748 y muere en Sicuani (Perú), 17.III.1815. Hijo de Francisco Pumacahua, cacique de Chincheros, descendiente en línea directa del Inca Huayna Capac. Sus escritos reflejan una esmerada educación recibida de los Jesuitas en el Colegio de Indios Nobles y de Caciques de San Francisco de Borja, donde pudo coincidir con quien fue su rival, Túpac Amaru II.

El 12 de octubre de 1770, a la muerte de su padre, le sucedió como cacique y gobernador de Chincheros. El 13 de agosto de 1773 fue nombrado capitán de la compañía de indios nobles de esa localidad.

Con motivo de la rebelión de Túpac Amaru, fue uno de los veinte caciques fieles, como Evaristo Delgado, Pedro Sahuarama, Nicolás Rosas o Diego Choquehuanca que propiciaron su derrota. Pumacahua intervino en distintos combates, como la defensa de Paucartambo y la victoria de Urubamba (diciembre de 1780) y la defensa del Cuzco (enero de 1781), en la que desempeñó un papel esencial. Participó, asimismo y al mando de dos mil indígenas, en la ofensiva contra Tinta (abril de 1781) que llevó a la derrota de Túpac Amaru y a su posterior captura.

Por sus sobresalientes servicios, Pumacahua fue premiado, sucesivamente, con la banda e insignias de la Real medalla, el ascenso al grado de coronel de Milicias y del Ejército Real. Contribuyó con fuertes donativos a ayudar a la Península invadida por Napoleón. Su fidelidad y profesionalidad le valieron el 11 de diciembre de 1811 la patente de brigadier, en marzo de 1812 la jefatura del Batallón Auxiliar de Cuzco y el 24 de septiembre de ese año el nombramiento de presidente interino de Cuzco. Bajo su mandato tuvo lugar la jura de la Constitución de Cádiz en el Perú, que con bastante tensión entre liberales y conservadores logró jurarse en Cuzco.

El 7 de febrero de 1813 tuvo lugar una reunión con vistas a la elección del nuevo Ayuntamiento, que se convirtió en catalizador de las rivalidades de los dos lados. Pumacahua se dirigió a los asistentes impetrando que actuasen “con temor a Dios, fidelidad al Soberano, amor a la Patria y respeto a las autoridades”. A pesar de ello, el virrey Abascal, descontento por la forma en que el presidente había gestionado la crisis, le sustituyó por el también brigadier cuzqueño Martín Concha. Pumacahua, dolido, se retiró a sus tierras.

El descontento provocó la protesta del 3 de agosto de 1814 que encabezaron los hermanos José, Vicente y Mariano Angulo, el sacerdote Gabriel Béjar, y Manuel Hurtado de Mendoza, antiguo oficial realista. Tras el pronunciamiento se creó una Junta de Gobierno integrada por tres personas: el coronel Juan Tomás Moscoso, el teniente coronel Domingo Luis Astete y, como presidente, Mateo Pumacahua; al parecer su deseo era garantizar “el reconocimiento a la autoridad de las Cortes Soberanas, a la de nuestro amado Monarca Don Fernando VII, a la de la Regencia del Reino y a la inmediata de V. E. (el virrey)”.

La vida de esa Junta fue efímera. Mientras, Abascal, alarmado ante la magnitud de lo sucedido, entabló conversaciones con las nuevas autoridades. Tras fracasar en sus intentos para que depusieran su actitud, y no convencido de las explicaciones de estas en el sentido de que se ha tratado de “un cambio de gobernantes, no de gobierno”, decidió tomar medidas de fuerza y dictó órdenes para sofocar el movimiento de Cuzco. La Junta convirtió a Cuzco en un foco de la insurrección, de donde irradiaron fuerzas en varias direcciones para propagar la misma. Una estaba dirigida por Juan Manuel Pinelo, arequipeño, antiguo miembro del Real de Lima y nombrado ahora coronel, y por el cura tucumano Ildefonso Muñecas, ascendido a brigadier. La segunda tropa que salió de Cuzco obedecía a Mariano Angulo, Gabriel Béjar y Manuel Hurtado de Mendoza, que el 20 de septiembre hicieron su entrada en Huamanga. La tercera expedición, la más importante, con cinco mil hombres, estaba encabezada por el propio Pumacahua, que marchó sobre Arequipa.

Desde allí se dirigirá al Virrey, el 12 de noviembre de 1814 notificándole que “tiene la calidad de ser el depósito de los más científicos decididos patriotas, a quienes deseo complacer con esta memorable noticia, para que dispongan el ánimo de V. E. á otra mejor causa, debiendo por lo mismo prescribir V. E. todo procedimiento sanguinario, economizando la sangre de nuestros semejantes, opuesto al actual sistema de la humanidad divina, y sólidamente afirmada en Américas”.

Tras violentos enfrentamientos, el 11 de marzo ambos ejércitos estaban frente a frente, en Umachiri. Pumacahua es derrotado y, tras un rápido juicio, ejecutado en Sicuani. Para entonces en Cuzco había triunfado un movimiento realista, lo que anunciaba el fracaso del alzamiento. Mateo Pumacahua casó en primeras nupcias con Juliana Cusihuamán y, en segundas, con María Ignacia Loayza. Tuvo cinco hijos: Francisco Paula, Ignacia, Polonia, Lorenza y María Eusebia.

Foto del autor de esta sección y de este artículo: Doctor e historiador José Antonio Benito.

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