Arzobispo sostiene encuentro con profesores del Consorcio Arquidiocesano de Colegios Parroquiales

Perú Católico, líder en noticias.Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., Arzobispo Metropolitano de Piura y presidente del Consorcio Arquidiocesano de Colegios Parroquiales de Piura (CACPAP), sostuvo un encuentro en el auditorio del Colegio “San José Obrero” de nuestra ciudad con los directivos, profesores y personal administrativo de cada uno de los ocho colegios integrantes del CACPAP. Con ellos reflexionó en torno a la importancia de la celebración de la Semana Santa y cómo los maestros católicos deben procurar preparar a sus jóvenes estudiantes y sus familias para que participen activa, plena y conscientemente de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Al finalizar su exposición nuestro Arzobispo respondió ampliamente a una serie de preguntas hechas por los docentes, tras lo cual les agradeció por la labor entregada y generosa que realizan cada día.

Los jóvenes están hechos para la Semana Santa

Durante el encuentro, nuestro Pastor les recordó a los docentes que: “Jesús en la cruz estuvo acompañado por su madre la Virgen María, unas cuantas mujeres y el más joven de los doce apóstoles, Juan. Así, en medio del peligro que corrían los discípulos del Señor, el más valiente no fue el de mayor edad o el más preparado, sino el más joven de todos. Junto con María fue San Juan el que participó de forma más plena de los misterios de la Semana Santa. Es San Juan, a quien se le conoce también como el discípulo amado, el que nos revela con su presencia y fidelidad a Cristo que los jóvenes están hechos para la Semana Santa. Él fue testigo de la última cena, de la cruz y de la tumba vacía. Es en la figura del evangelista Juan que se puede ver el cariño especial que Jesús tiene por la juventud. Hay que enseñarles a los jóvenes a vivir plenamente la Semana Santa”.

Los personajes de la Semana Santa

En otro momento, Monseñor Eguren destacó que: “Una forma apelante de presentarle a los jóvenes el valor de la Semana Santa es hacerles reflexionar sobre los diversos personajes de la pasión del Señor. Algunos de estos personajes, que intervienen en la hora suprema de la vida de Jesús, se cierran frente al Crucificado endureciéndole su corazón. Tal es el caso de las autoridades judías entre los que destacan Anás y Caifás, que quieren matar a Jesús porque el Señor ha denunciado con fuerza sus hipocresías y maldades. ¿Cómo ellos, quitaremos a Cristo de nuestras vidas porque Su presencia fuerte en la Semana Santa despierta la voz de nuestra conciencia que nos reprocha nuestros pecados y maldades y nos exige una conversión de vida que no queremos enfrentar? También está Judas, el traidor, que tiene su propia idea del Mesías y de cómo éste debe salvar al mundo. Judas es el prototipo del hombre cerrado a la verdad y esclavo de su propio subjetivismo, y porque Cristo no se ajusta a sus ideas, proyectos y ambiciones lo termina traicionando. Por otro lado tenemos a Pilato, el pusilánime, el hombre al que le faltó carácter para enfrentarse a los judíos y dejar en libertad a Jesús. Enseñémosle a los jóvenes que no nos puede faltar carácter para hacer una opción decidida por Cristo, más aún en estos días que son un tiempo para la fe y la oración. Finalmente encontramos a Herodes, el frívolo, que es el prototipo del hombre hedonista, que se divierte a costa de Jesús y se burla de él. No convirtamos la Semana Santa en un tiempo de diversión, juerga y desorden”.

“Pero la Pasión del Señor nos trae también buenos ejemplos, en los cuales debemos inspirarnos para vivir estos días una semana realmente santa, abriendo dócilmente nuestros corazones a Cristo y acogiendo su amor salvador en la propia vida. Es el caso de Simón de Cirene, quien es obligado a cargar la Cruz del Señor, pero al cargarla descubre que el cristianismo es un camino recio, un camino que nunca debemos recortar a la medida de nuestra mediocridad y conveniencia, un camino que nos despliega auténticamente como personas llenando nuestra vida de auténtico sentido y felicidad. Está Dimas, el buen ladrón crucificado, a quien le bastó un solo movimiento de puro amor para que toda su vida criminal fuera perdonada. Hagamos de la Semana Santa una ocasión preciosa para que a través del sacramento de la reconciliación pidamos sincero perdón por nuestros pecados y así nos ganemos el cielo. También tenemos a Longinos, el centurión romano que se deja tocar por la gracia del Calvario y que, conmovido por la forma como muere Jesús en la Cruz, se abre al don de la fe. Que estos días santos sean ocasión para crecer en nuestra adhesión a la persona de Cristo. Están además las Santas Mujeres y con ellas el discípulo amado, San Juan, quienes en el momento más difícil no abandonan a Jesús y son fieles al Señor sobre todo en los momentos más difíciles. Y finalmente está María, la Madre de Jesús, la mujer de la gran fe, la única que es capaz de penetrar realmente en el misterio de lo que acontece en el Calvario y comprender que la Cruz es fuente de vida, de salvación y de victoria. Que esta Semana Santa sea también ocasión para acercarnos con amor de hijos a Ella para acompañarla en su dolor y para que María nos enseñe a mirar la Cruz con su mirada de fe”, concluyó nuestro Arzobispo. Fuente: Arzobispado de Piura.