CAÑETE: Fieles participaron de la gran ‘Marcha por la Vida’

Perú Católico, líder en noticias.– A las 9.30 de la mañana del día sábado 18 de mayo comenzó la Marcha por la Vida en San Vicente de Cañete. Una caravana impresionante de unas cuatro mil personas marcharon por las principales de calles hasta llegar a la plaza de armas, donde en el frontis de la catedral se concluyó el evento con la presentación de algunos números artísticos y las palabras del obispo de la Prelatura de Yauyos, Cañete y Huarochirí, Monseñor Ricardo García.

Fue un Jornada muy intensa, lleno de colorido, de cánticos y arengas referidos a la Defensa de la Vida, pero especialmente haciendo sentir el clamor de respetar la vida de todo ser humano desde el primer momento de la concepción.

Asistieron al evento, llenos de energía y entusiasmo, muchísimos jóvenes de diferentes colegios de secundaria, jóvenes de las universidades de nuestra provincia e igualmente todos los grupos, asociaciones y movimientos ligados a las parroquias. También no faltaron grupos, colectivos ligados a la educación y al movimiento pro vida.

Arengas

Durante todo el trayecto de la Marcha por la Vida la gente gritaba muchas arengas referidas a la defensa de la vida y a una posición frontal contra el terrible crimen del aborto, que es el asesinato de un ser indefenso en el seno de la madre; madre que en vez de proteger al concebido, lo abandona cruelmente.

Los ciudadanos de nuestra provincia han dejado bien sentado la idea central: “Sí a la vida, no al aborto”. Dirigiéndose a los que detentan la autoridad y pueden influir en favor a la vida y no a la muerte, se enfatizaba: “Legal o ilegal, el aborto mata igual”. “Derecho a vivir, derecho a nacer”. “Con leyes o sin leyes, cada vida importa”. “¿Derecho a matar? No. ¿Derecho a vivir? Sí”.

Una petición expresa para que los actores principales –madre, padre, médicos, y otras personas que tienen que ver en la decisión de respetar la vida o matar al concebido, se proclamaba con claridad- cuando se decía: “Mamá no soy tu cuerpo, mamá soy tu hijo; la vida es de Dios, no la manipules”. Además, como lo niños en el vientre de su progenitora no pueden hablar ni defenderse, nuestra gente gritaba convencida: “Somos la voz de los sin voz”.

Y como creyentes, todos los marchantes repetían: “La vida es un don, un regalo de Dios”. Fueron las frases más frecuentes  que se corearon los asistentes a este magno evento.

Preparación

Muchas personas se han involucrado en la preparación de la Marcha por la Vida. En estos los dos meses de preparación hemos podido palpar los trabajos previos que suponen un evento de esta magnitud.

Junto a la comisión de Familia de la Prelatura de Yauyos, estuvieron allí poniendo el hombro los jóvenes comprometidos ya de varios años en la pastoral juvenil.

Además, la preparación también iba por sensibilizar a los jóvenes y adultos de los grupos parroquiales, de los colegios y de las universidades para que puedan ir a este evento con la convicción de defender la vida del niño por nacer. Igualmente, días previos se tuvo un conversatorio con las autoridades de la localidad y una conferencia de prensa con los periodistas.

Conversatorio y Conferencia de Prensa

Precisamente en ese encuentro con los periodistas y comunicadores de los principales medios radiales, televisivos y de prensa escrita de nuestra localidad –al igual que en el conversatorio con las autoridades-, el Sr. obispo explicó el motivo de la Marcha por la vida, esto es, la defensa de la vida del niño.

En efecto, el Prelado explicaba que el aborto  suele suceder como “fruto de una relación quizá anticipada  de personas no casadas, ni siquiera parejas estables”. Se da el embarazo no deseado y allí “estorba esa criatura”.

Por eso Monseñor Ricardo en su discurso apostaba por una educación preventiva de todos los jóvenes cuando decía: “Lo que hay que hacer es cambiar la mente, el corazón, hay que mejorar el espíritu para que haya un autodominio de las personas sobre sus sensaciones, sobre sus instintos (…) El instinto se maneja en el ser humano con la mente, con la inteligencia; pero si no hay un adiestramiento en la virtud, es fácil el desbande”.

Pero hay que tener en cuenta que cultura de la muerte o la mentalidad en contra de la vida “viene de la mano de la pornografía, de la violencia de la rotura familiar, de la delincuencia; viene de la mano de la trata de blancas, viene de la mano de la droga, es un paquete enorme, muy dañino. Nosotros estamos puntualizando un sector, la defensa de la vida”.

Y la formación de los jóvenes debe empezar en la familia, allí está la clave. En efecto, “todo parte de la familia; cuando una familia es bien formada, la posibilidad del error disminuye enormemente. Cuando un chico tiene un padre y madre, hay unidad, hay comprensión y dialogo, hay evidentemente un entorno que protege a esa persona”.

Sin duda, la educación a los jóvenes debe “empezar por la casa, los colegios, los barrios”. Por otra parte, está claro que la educación es tarea de todos, “no es sólo tarea de los maestros”.

A nosotros en la Iglesia nos ayuda a entender mejor estos temas pues la revelación nos iluminar para comprender mejor, pero “la defensa de la vida no es un asunto meramente eclesial, sino es un asunto de todos. Uno puede ser una persona que no tiene fe, que no cree, sin embargo, debería ser también defensor de la vida”.

Esta que claro que “la inteligencia humana nos tiene que hacer entender que el ser humano tiene derechos”. E igualmente, “la ciencia nos demuestra que en el momento de la concepción, hay un ser nuevo humano;  la ciencia ha podido encontrar “el plano”, el diseño en el ADN, tiene todo lo que va ser esa persona”.

Palabras finales

Por último, es importante resaltar las palabras de clausura de Monseñor, cuando subrayó que en muchas oportunidades en todo el Perú el pueblo peruano se ha manifestado en favor de la vida, “saliendo a las calles, ocupando las calles”.

Y refiriéndose al éxito logrado en la Marcha por la vida apostilló: “Hoy día Cañete, ciertamente es una localidad más pequeña, hemos tenido una convocatoria como pocas iniciativas que atrae a tanta gente”.

Y luego de agradecer la presencia de las autoridades y todos los presentes instó “a seguir luchando por la vida. Luchar por la vida no es solo salir a manifestarnos en este momento. Luchar por la vida es tener una conducta coherente, una vida recta”.

Nuestro Prelado concluyó su intervención dando unos consejos interesantes para la vida diaria de todos: “Hay que llevar una vida ordenada (…) Si a la vida, a la vida ordenada (…) Que quede gravada en tu cabeza que hay que defender la vida (…) en la vida cotidiana (…) Que esa defensa de la vida sea en todo”.

De este modo, dando la bendición de viaje, deseando un feliz retorno a sus lugares a todos los presentes, dio por concluido esta jornada, cargada de muchas emociones y de muchos deseos y propósitos de defender la vida de todo ser humano, desde el momento de la concepción. Realidad ésta conocida por la ciencia y la revelación divina, y defendida por todos los hombres de buena voluntad, por los creyentes, por la Iglesia, y no nos olvidemos, puesta expresamente en nuestra constitución peruana.

Pbro. Dr. Fernando Samaniego Orellana

Presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Prelatura de Yauyos.