Conoce la hermosa Parroquia San Francisco de Barranco

PERÚ CATÓLICO, líder en noticias visitó hace pocos días la Parroquia San Francisco de Barranco, donde los feligreses viven una intensa fe. Esta iglesia está ubicada en calle Morelli Colon 320, frente na un parque.

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La visita se dio gracias al Padre Fr. Juan Ramón Moya Santoyo OFM párroco de dicha parroquia, quien cordialmente nos abrió las puertas del templo que está desde el año 1933.

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Datos del párroco: Nace el 6 de mayo de 1942 en España. Hizo su profesión temporal el 14 de febrero de 1965; su profesión solemne el 11 de noviembre de 1970 y ordenado sacerdote el 03 de enero de 1971.

Miembros de la parroquia nos compartieron que existen grupos de oración, catequesis de Primera Comunión, Catequesis de Conformación, Charla para Novios, grupos juveniles y grupos de la Virgen María.

“Esta parroquia es una bendición, acá recibo el alimento espiritual en cada homilía y sobre todo la celebración de la Eucaristía. En esta misma iglesia me casé y mis hijos fueron bautizados, ahora les toca  amis nietos.”, nos comenta una feligresa.

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HORARIOS DE MISAS:

Lunes a viernes: Mañanas: 6.45 am. y 8 am. / Tardes: 6 y 7 pm.

El día Sábado: Mañanas: 6.45 am. y 8 am. (Bautizos durante el día) / Tardes: 5 pm. 6 pm. 7 pm. y 8 pm.

Domingo: Mañanas: 7 am. 8 am. 10:30 am. y 12 m.  / Tardes: 6 pm. y 7 pm. (Confesiones en todas las misas).

TELÉFONO: 4 77 00 85

WEB:  https://sanfranciscobarranco.com y también se encuentra en la red social

FACEBOOK: https://www.facebook.com/sfabarranco/

HISTORIA: https://sanfranciscobarranco.com/resena-historica/

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ORACIÓN FRANCISCANA POR LA PAZ
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, Maestro, que yo no busque tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.