Cristiano Ronaldo: “Voy a misa para agradecer a Dios por todo lo que me da”

Perú Católico, líder en noticias.– El destacado delantero de la Juventus de Italia confiesa que se esfuerza por llevar una nueva vida en Turín, Cristiano Ronaldo ha tenido un bajo perfil, a pesar de las críticas de que fue objeto por la considerable cifra que pagó La Juventus por su traspaso al fútbol Italiano.

Cristiano Ronaldo: “Voy a misa para agradecer a Dios por todo lo que me da”
Cristiano Ronaldo: “Voy a misa para agradecer a Dios por todo lo que me da”

El talentoso jugador, ha confesado en una entrevista a La Gazzeta dello Sport  testimonia buscando a Dios, al estar alejado de la vida mundana, su actividad es visitar los hospitales, dijo que asiste a la eucaristía los domingos junto a su novia, “No pido nada, gracias a Dios lo tengo todo, simplemente le agradezco que proteja a mi familia y a mis amigos”.

Entretanto, el portugués también explicó que sigue sin acostumbrarse a su popularidad y estatus de estrella del fútbol internacional. Ronaldo ha manifestado a la Gazzetta que su éxito y las expectativas de sus seguidores, especialmente chicos, le impiden ser perezoso y no trabajar duro.

Cristiano se mostró como un padre orgulloso de sus hijos, en especial Cristiano Jr, su primer hijo “Conoce la presión y le gusta. Sabe que su papá es una estrella y es feliz”. De hecho, el pequeño pide a su padre que esté en casa cuando lleva a sus amigos para que puedan hacerse fotos con él.

Y es que el Cristiano Ronaldo proyecta una nueva imagen, con mucha espiritualidad, sobriedad y deseo de familia. Se puede estar de acuerdo o no con el estilo de vida del mundo del fútbol.

El Papa Francisco invita a ver las cosas buenas y positivas a nuestro alrededor: el grano en medio a la cizaña.  Un joven deportista lleno de fama puede sufrir de la vulnerabilidad de no tener masa crítica a su alrededor.

La fama da a la cabeza, dice el dicho popular, pero la espiritualidad renovada de Ronaldo podría ser un signo positivo para su carrera y, quizás más adelante un testimonio en medio a un mundo que explota el ego y la ambición de sus talentos. Por Manuel Cerrato.