¡Cusco abre Puerta Santa por Jubileo de la Misericordia!

Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, abrió la Puerta Santa de la Basílica Catedral, dando inicio al Jubileo Extraordinario de la Misericordia en nuestra Arquidiócesis, acontecimiento que la Iglesia Católica vivirá en todo el mundo durante todo el 2016; año convocado por el Papa Francisco para vivir y experimentar la misericordia de Dios Padre manifestado en su hijo Jesucristo y transformar nuestros corazones para ser “Misericordiosos como el Padre”

El Arzobispo del Cusco, después de abrir la Puerta de la Misericordia, invitó a todos los fieles a pasar por ella, como símbolo de inicio del tiempo de justicia y perdón, tiempo para descubrir nuevamente la presencia de Dios y su ternura de Padre; un tiempo en el que todos los cristianos, unidos a la tradición de los Años Jubilares, estamos llamados a ser beneficiados con el don de la Indulgencia, genuina experiencia de la misericordia de Dios, la cual va al encuentro de todos con el rostro del Padre que acoge y perdona, olvidando completamente el pecado cometido.

Este acto sencillo, pero inmensamente significativo, se inició en la Plaza Mayor, hasta donde llegaron multitudinariamente, miles de files, organizados por parroquias, congregaciones religiosas, comunidades educativas, instituciones y familias, quienes, tras el encuentro con su Pastor, se dirigieron en procesión hasta la Puerta de la Misericordia, acompañados por del sonido de las campanas y de la imponente María Angola. Todos los fieles católicos, siguiendo a su Pastor, cruzaron la Puerta Santa, con el compromiso de hacer suya la misericordia del Buen Samaritano y vivir en la gracia de Dios compasivo y misericordioso.

Al cruzar la Puerta Santa, en nuestra Iglesia Catedral, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, se dirigió al Altar Mayor, acompañado por el Clero Arquidiocesano, para presidir la Santa Eucaristía de Apertura de este Año Jubilar, en cuya homilía, invitó a los fieles a acercarse al Sacramento de la Reconciliación, alcanzar el perdón y el amor misericordioso del Padre; ese amor que sana heridas, nos saca de las tinieblas del pecado devolviéndonos la luz de la paz. Dijo que el amor misericordioso del Padre, nos reincorpora a la comunidad de su Iglesia, nos hace sentir que somos familia y reconstruye la fraternidad social, en este mundo dividido y fragmentado, lleno de violencia.

Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, dijo que, en este Jubileo Extraordinario de la Misericordia, todos estamos invitados a vivirlo con tres actitudes primordiales: Contemplar, Celebrar y Compartir. Para finalizar, invitó a todos los fieles a vivir con alegría y gozo todos los jubileos que con motivo del Año de la Misericordia se vivirá en esta Arquidiócesis. Arzobispado Cusco.