Homilía del Domingo XXIII del Tiempo Ordinario: ¿Se puede anunciar la verdad hoy?

La humanidad necesita saber la verdad. Pero le tiene miedo. Por eso las tinieblas oscurecen la verdad y no permiten que nadie la anuncie.

Si la anuncias te desprestigian. Parecería que el mundo necesitara de la tiniebla para subsistir, pero seamos valientes y que no nos venzan las tinieblas de la mentira y la corrupción.

  • Ezequiel

Dios dice al profeta:

“Te pongo como centinela”.

Este es el papel del evangelizador enviado por Dios ayer, hoy y mañana.

Meditemos la enseñanza que hoy nos da el profeta Ezequiel:

Te envío para que corrijas. Si no lo haces el otro morirá en su pecado, él lo pagará pero tú también por no haberlo corregido.

En cambio, si lo corriges y no quiere cambiar, él perecerá pero tú no.

La enseñanza bien clara es la que leemos en la Carta a los hebreos sobre la corrección. Es preciso corregir para que la gente pueda convertirse.

  • Salmo responsorial

Es el 94. Es muy conocido y, si tienes costumbre de rezar el oficio divino, con mucha frecuencia lo encontrarás.

Será bueno que este día lo medites de una manera especial:

“Ojalá escuchéis hoy mi voz: no endurezcáis el corazón… como lo hicieron vuestros padres que me pusieron a prueba y me tentaron aunque habían visto mis obras”.

Tenemos que aprovechar la misericordia del Señor para convertirnos y especialmente para poder descubrir sus maravillas.

  • San Pablo

Nos pide: “A nadie debáis más que amor”.

Maravilloso programa para la vida de perfección.

Pero si no cumplimos con este deber de fraternidad evangélica, seremos responsables de la pérdida del hermano.

Por eso enseña el apóstol que el decálogo, en los siete últimos mandamientos, se resume en esta frase: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Viviendo según esos mandamientos “cumplimos la ley entera”.

  • Verso aleluyático

Dios reconcilió al mundo por medio de Cristo y nosotros hemos sido elegidos para compartir “la palabra de la reconciliación” con todos los hombres.

Esto para nosotros constituye un privilegio y una responsabilidad.

  • Evangelio

Profundicemos estos puntos:

+ La corrección

“Si tu hermano peca” repréndelo siguiendo los pasos que indica Jesús. Pero ante todo tengamos en cuenta que no se trata de cualquier defecto sino de un pecado grave.

En esta corrección Jesús quiere que mantengamos siempre la caridad verdadera. Por eso nos propone estos pasos:

Primero corrígelo a solas. “Si te hace caso has salvado a tu hermano”.

  • Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos para que todo quede entre ellos.
  • “Si no les hace caso díselo a comunidad y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como a un gentil”. De esta manera Jesús busca que no se ofenda la caridad.

+ Poder de perdonar

Como hoy se trata de pedir perdón, Jesús asegura que los apóstoles tendrán el poder de perdonar:

“Lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo…”

+ Oración de la comunidad

A continuación Jesús nos habla del poder que tiene la oración cuando oramos en comunidad:

“Si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo”.

+ La Presencia de Jesús

Finalmente, Jesús nos anima asegurando su presencia y protección:

“Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.

José Ignacio Alemany Grau, obispo