MISA CRISMAL EN LA CATEDRAL DE LIMA CON EL CARDENA LUIS CIPRIANI POR INICIO DE SEMANA SANTA

Perú Católico, líder en noticias.- El Día del Sacerdocio es un día separado especialmente para honrar a los sacerdotes. Es un día para reflexionar sobre el sacerdocio y reafirmar el papel central del sacerdote dentro de la vida de la Iglesia. Se celebra cada Jueves Santo, pues es el día que el mismo Jesús instituyó este sacramento. 

Los fieles laicos de todas las parroquias en el país, desarrollan su propia manera de celebrar ese día, honrando a los sacerdotes de sus parroquias tanto en Misa como en eventos parroquiales, así como celebraciones sociales y actividades.

El Día del Sacerdocio es un evento designado para ser dirigido por los laicos, pero pueden pedirle al sacerdote de su parroquia que participe hablando de cómo experimentó y contestó su propio llamado y de los sacerdotes que lo inspiraron.

Ofrece la oportunidad para que los sacerdotes y sus feligreses construyan una relación de trabajo más fuerte. Juntos pueden dialogar y analizar honestamente todos los retos del futuro y ver como pueden colaborar para lograr esos retos unidos como una sola fuerza.

La vida del sacerdote

Tiene que dejar el hogar de sus padres y privarse de tener una familia propia. Educan y forman a miles de fieles, que muchas veces terminan haciendo lo contrario a sus consejos.

Algunos incluso pasan hambre, sed y frío por llevar el Evangelio a lugares recónditos. Otros son incomprendidos, perseguidos y calumniados por anunciar la verdad.

Lo importante, como recordó el Papa Francisco el Jueves Santo, es que el sacerdote debe hacer “que nuestra gente nos sienta discípulos del Señor, sienta que estamos revestidos con sus nombres, que no buscamos otra identidad; y pueda recibir a través de nuestras palabras y obras ese óleo de alegría que les vino a traer Jesús, el Ungido”.

FELIZ DÍA A TODOS LOS SACERDOTES DEL MUNDO, en especial a los de Perú.

Sacerdote, tú que cuidas la fe de tu pueblo, no solo te buscaré para pedirte ayuda cuando lo necesite o para que me acompañes en este peregrinar y me enseñes el rostro del buen Jesús, sino te buscaré para agradecerte por tu entrega y fidelidad y darte yo también algo…MIS ORACIONES y mi compañía como amigo. 

Gracias en nombre de todos por tu servicio, sin pedir nada a cambio. Gracias por esas palabras que muchas veces nos cuestionan. Gracias por dar los sacramentos y abrirnos camino al cielo.

Que Jesús te siga cuidando y sigas siendo otro Cristo para el bien de la humanidad. Sigamos en este camino y juntos poder gozar plenamente del cielo, en donde disfrutaré todo lo aprendido de tus enseñanzas.

¡Feliz día, amigo SACERDOTE!