Perú Católico, líder en noticias.- La advocación mariana de Fátima a pesar de llevar sólo un siglo ha adquirido ya en toda la Iglesia y el mundo una importancia colosal. Trece años después de las apariciones de 1917, en 1930, el Obispo de Leiria declaraba “dignas de crédito las visiones de los niños en la Cueva de la Iría” y permitió oficialmente el culto a Nuestra Señora de Fátima. En 1942, hablando en portugués por la radio, S.S. Pío XII consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María, siguiendo el pedido hecho por la Madre en sus apariciones a los tres pastorcitos y en 1954 concede el título de Basílica Menor al Santuario. Luego, en 1964, el Papa Pablo VI, al clausurar la 3ª. Sesión del Concilio Vaticano II, anuncia delante de los 2.500 padres conciliares, la concesión de la Rosa de Oro al Santuario. El Papa Juan Pablo II adquirió una especial devoción a la Virgen de Fátima, a quien atribuye el haber sobrevivido al atentado que recibió en 1982, y fue ese mismo año en peregrinación al santuario portugués a agradecer por el hecho; como entrañable detalle de su vinculación con Fátima regaló el casquete de la bala del atentado que luce hoy en la corona de la imagen de la Virgen. Dos años después, el 25 de marzo del 84, en la Plaza San Pedro en el Vaticano, ante la imagen llevada a Roma desde la Capilla de las Apariciones, Juan Pablo II, en unión con todos los Obispos, consagró nuevamente el mundo al Inmaculado Corazón de María.

La fiesta Nuestra Señora de Fátima se celebra el 13 de mayo pues esa fue la fecha, en 1917, en que la Virgen se apareció por primera vez a Lucía dos Santos, y a Francisco y Jacinta Marto, de 10, 9 y 7 años respectivamente en la Cueva de la Iría, en la “freguesia de Fátima”. La “Señora más brillante que el sol”, como luego la describieron los pastorcitos, les dijo que era necesario rezar mucho y los invitó a regresar por 5 meses consecutivos en esa misma fecha para hablar con ella. En la última aparición, el 13 de octubre, ante cerca de 70.000 personas, con un rosario blanco entre sus manos, les dijo que era la “Señora del Rosario” y ordenó que levantasen allí una capilla en su honor. Vieron allí, además, el milagro que había prometido la Virgen a los niños en julio y septiembre: el sol se hizo como un disco brillante de plata que se podía mirar sin dificultad, que daba vueltas sobre sí mismo como una rueda de fuego, y que parecía precipitarse sobre la tierra. Fue durante esas visitas que la Virgen reveló a los niños lo que hoy conocemos como los 3 secretos de Fátima, el último de los cuales dado a conocer al mundo a pedido del Santo Padre en un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe publicado el 26 de junio de 2000.

Una de las características fundamentales de esa devoción mariana es su estrecha vinculación con el rezo del rosario. No sólo María se presenta como la “Señora del Rosario”, sino que insiste en la necesidad de rezarlo por la conversión de los pecadores.

Es difícil decir cuando empezó o qué tan intensa es la devoción a la Virgen de Fátima en el Perú. A pesar de no existir ningún santuario específico en torno al cual se catalice esa devoción mariana, se constata la existencia de parroquias, capillas, colegios y movimientos eclesiales que llevan su nombre y le tributan una gran devoción.

Parroquias y Capillas dedicadas a la Virgen de Fátima

Según el Directorio Eclesiástico de la Conferencia Episcopal Peruana (edición de 1998), había en el Perú 19 parroquias dedicadas a Nuestra Señora de Fátima. La Diócesis que más parroquias tiene consagradas a esa advocación es la de Ica: una en la Provincia de Chincha, otra en la misma provincia de Ica y la tercera en Palpa. Luego, Lima, y Arequipa tienen dos parroquias cada una. En Arequipa, una se llama Nuestra Señora de Fátima y la otra Virgen de Fátima. En Lima, además de las 2 parroquias, hay una capilla de la Parroquia San Pedro, de Chorrillos, dedicada a la Virgen de Fátima. Las demás parroquias están en el Cuzco, Huacho (que además tiene un colegio parroquial con el mismo nombre), Huancayo, Huánuco, Iquitos (dónde la parroquia se llama “Nuestra Señora del Rosario de Fátima”), Moyabamba, Puerto Maldonado, Puno, Tacna, Trujillo y Piura, donde el Directorio Eclesiástico, junto con el listado de parroquias presenta, además de una parroquia, una capilla “Nuestra Señora de Fátima”.

Es difícil saber cuántas capillas más hay a la “Señora da Azinheira” en el Perú. Una, conocida por estar ubicada en el mirador cajamarquino de Santa Apolonia, punto turístico obligatorio al visitar Cajamarca, es una pequeña y sencilla capilla de estilo clásico construida en honor a la Virgen de Fátima. Anexa al Templo de Santo Domingo, en Huamanga, Ayacucho, hay también una capilla dedicada a esa advocación.

Colegios y Centros Educativos

De las parroquias que hemos mencionado, algunas tienen colegios parroquiales, entre ellas la de Miraflores, Lima, y la de Iquitos. He encontrado, además, colegios que tienen por nombre ya sea Nuestra Señora de Fátima, Virgen de Fátima o Nuestra Señora del Rosario de Fátima en diferentes distritos de Lima (Miraflores, Chaclacayo, San Juan de Lurigancho), en Tumbes, Piura, Arequipa, Ayacucho, La Oroya, Cuzco, Huancayo, Huacho, Huaral, Junín, Iquitos y Puno. La mayoría de ellos son colegios estatales, en los cuales no necesariamente se promueve la devoción, más allá del nombre del colegio. Sin embargo, por lo menos en dos de ellos, el de Arequipa, dirigido por monjas franciscanas, y el de Iquitos, a cargo de las Hermanas Ursulinas, podemos esperar que se incentive la devoción mariana en las distintas actividades que promueven. En Lima, el Colegio Abraham Lincoln tiene una pequeña gruta con la imagen de Fátima.

Comedores, centros de salud, mercados

He encontrado referencias a algunos comedores populares, así como centros médicos y puestos de salud dedicados a nuestra advocación. Sin embargo, hay un curioso ejemplo que vale la pena conocer: el Mercado “Nuestra Señora de Fátima”, en el distrito de San Martín de Porres, en Lima. El mercado empezó con unos 15 trabajadores a mediados de los años cincuentas. Los primeros comerciantes, que eran en su mayoría inmigrantes, compraron una imagen de la “Santísima Virgen de Fátima”, a quien pusieron como patrona y que dio el nombre al mercado. Reproduciendo una costumbre común de sus pueblos de origen, los trabajadores del mercado realizan todos los años la fiesta patronal. Cada 13 de Mayo, con un ambiente colorido, con castillos, vacas locas, presentaciones artísticas, danzas de diferentes regiones del país, celebran a la Santa Patrona. Los festejos quedan a cargo de la cofradía “Virgen de Fátima”, nombrada cada año para llevar la mayordomía de la tan esperada fiesta. El mercado tiene también su propia emisora de radio local, la radio “Onda Nueva”, también conocida como “Radio Fátima”.

Fiestas y Procesiones

En varios lugares en el Perú se realizan procesiones con la Virgen de Fátima. El aniversario de la Virgen de Fátima en Arequipa se celebra en las iglesias y especialmente en la iglesia de Santo Domingo, en la cual se reza el santo rosario y el día central, además de la misa se realiza una procesión con la imagen. En la Capilla de Fátima en Ayacucho, se reza una novena en los días que anteceden al 13 de mayo, cuando también, además de la misa, se saca la imagen en procesión por las calles. En Quilcatacta y Ulcumayo, Junín, el 13 de mayo es también una importante fiesta religiosa con acto litúrgico, en la que se ejecuta la danza de la chunguinada con diversas cuadrillas y conjuntos de huaylarsh, música típica de la región. Es la costumbre además cocinar platos típicos de allí. En Pitipo, Lambayeque, la imagen de la Virgen es venerada con celebraciones de misas, procesiones, quema de fuegos artificiales, retretas populares, peleas de gallos y tardes deportivas en los días cercanos al 13 de mayo.  En el Cuzco, en el santuario dedicado al Señor de Qoylloriti, durante la gran fiesta que le hacen el día de Corpus Christi, mientras bailan y cantan, se acercan a la urna de la Virgen de Fátima, y en su entorno juegan a los negocios, escenificando su vida cotidiana en la actividad comercial y pidiendo a la Virgen que estos deseos, expresados en el juego, se cumplan en el futuro. En Apurímac (Abancay) concurren a la celebración del 13 de mayo distintos grupos musicales y de danza a rendirle homenaje a la Virgen de Fátima. En Cayara, pueblo de Ayacucho conocido por un triste episodio ocurrido en la época de la lucha contra el terrorismo, también celebra con una misa, procesión y fiesta popular el día de la Virgen de Fátima, Patrona de la localidad. En Huancayo, la Hermandad de Nuestra Señora de Fátima es la que se encarga de organizar las festividades y la procesión con la imagen. En Iquitos se realiza todos los años el 13 de mayo, una alegra y concurrida procesión por el río amazonas, en la cual llevan en canoas a la imagen de la Virgen de Fátima, muchas veces incluso bajo la lluvia, muy abundante en la selva por esa época.

Movimientos eclesiales

Otra de las maneras a través de las cuales se manifiesta y difunde la devoción mariana a Fátima es a través del trabajo apostólico de algunos movimientos eclesiales.

«El Perú necesita de Fátima»

Como recuerdo de la visita que, por iniciativa del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, realizara al país la Imagen Peregrina Internacional de Nuestra Señora de Fátima, del 1º al 13 de julio de 1983, arribó a Lima una réplica de la Virgen de Fátima para permanecer en el país y prolongar los beneficios propios de esta gran devoción mariana. La nueva imagen permaneció en la sede que en aquel tiempo el Núcleo Peruano Tradición, Familia y Propiedad mantenía en la calle Clemente X, a donde acudieron amigos y simpatizantes de la entidad el 13 de mayo de 1984, para conocer a la imagen, pedir su maternal intercesión e informarse más sobre el Mensaje de Fátima. Desde esa fecha, los días 13 de cada mes a las 6.30 p.m., se acostumbra rezar el Santo Rosario a los pies de esta encantadora imagen portuguesa de la Virgen de Fátima y asistir a una breve reunión. Con el correr del tiempo que comenzaron las peregrinaciones de esta imagen. Una visita a una persona enferma, a un grupo de devotos que ansiaban recibirla, a una familia que pasaba por serias dificultades, etc. Los anfitriones quedaban confortados y agradecidos por las visitas, los invitados pedían a su vez para recibirla en sus casas. Así, poco a poco, se fue  forjando la peregrinación privada de la Virgen de Fátima a los hogares.  Comenzaron a llegar muchos pedidos del interior del país y en 1992 la imagen realizó una primera gran gira que abarcó Arequipa, Cusco, Tacna y Trujillo. Desde luego las peregrinaciones se extendieron a ciudades medias y pequeñas, y hasta a poblados alejadísimos, como fue el célebre caso de Mantoclla, en las alturas de Anta, en 1997.  Hoy esta imagen ha realizado miles de visitas privadas a hogares en las más diversas regiones del país. Sin duda Perú es un país católico que ama a la Virgen de Fátima.

Con el fin de unir esfuerzos y fortalecer todas estas actividades, se creó en octubre de 1997 la campaña El Perú necesita de Fátima, que participa de una gran corriente de seglares católicos que en el mundo entero difunden el Mensaje de amor y de esperanza que la Santísima Virgen nos confió en Fátima. La campaña está alentada por la Asociación Santo Tomás de Aquino, domiciliada en calle Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar – Lima – Perú http://www.fatima.org.pe/#tabs

La Legión de María

La Legión de María surgió en 1921 en Irlanda fundada por un laico, el hno. Frank Duff. Surgió a partir de un grupo mariano que realizaba obras de caridad y apostolado, inicialmente visitando a enfermos en los hospitales. Luego se fue extendiendo por todas las diócesis del mundo, realizando siempre un apostolado intensamente mariano, en el cual tiene lugar destacado el rezo del rosario. En el Perú la Legión de María se fundó en el año 1952, y en ese mismo año se fundaron varios presidios en distintas parroquias de Lima. El de la parroquia de Santa Beatriz recibió el nombre de “Nuestra Señora de Fátima”. A partir de 1955 empieza a extenderse el movimiento por los demás departamentos del Perú.

Los Heraldos del Evangelio

Movimiento que ha surgido en Brasil a mediados del siglo pasado y que se ha expandido ya a diversos países, entre ellos el Perú, dónde tienen una casa en Lima. Su espiritualidad es netamente mariana, y la advocación que asumen como suya es la Virgen de Fátima. Medios privilegiados de su apostolado son las visitas a los hogares, hospitales, asilos, etc. con la imagen de la Virgen de Fátima, ante la cual rezan el rosario, cuidadosamente preparado con símbolos, cantos, meditaciones, etc. A través de folletos y publicaciones distribuidos personalmente y por correo, buscan divulgar el mensaje de Fátima e incentivar la devoción al Santo Rosario. Realizan además su apostolado en cooperación con las llamadas “Asociaciones Nuestra Señora de Fátima”, que promueven y animan. De modo especial los 13 de mayo celebran Misas en honor a la Virgen de Fátima conmemorando su aparición. En ocasiones, como el jubileo por los 50 años de la arquidiócesis de Ayacucho peregrinan con devoción hasta la sede. En otras, requeridos por instituciones políticas como el Congreso de la República o asociaciones culturales facilitan populares y fervorosos homenajes a María, tendentes a vivir su mensaje de oración y penitencia.

Apostolado del Rosario por las vocaciones sacerdotales y religiosas

Movimiento que tiene sus inicios en Chile en 1973, en una campaña impulsada principalmente por un fraile capuchino, Onofre Reichart: la Cruzada del Rosario por las vocaciones sacerdotales y religiosas. A partir de eso, en 1976 se forman los Grupos Marianos del Rosario, con espiritualidad basada en los mensajes de Fátima. A partir de 1979 los grupos marianos comenzaron a expandirse por diversos países de América Latina, entre ellos el Perú. Los grupos se reúnen semanalmente para vivenciar su Espiritualidad y rezar el Santo Rosario meditado, con su folleto propio.  Elementos de la espiritualidad que ellos se proponen desarrollar son: la consagración vivida al Corazón Inmaculado de María, la reparación al Corazón de María, que sufre por las blasfemias e ingratitudes de los hombres y la súplica para que “Jesús nos haga dignos de hacer conocer y amar a su bendita Madre”.

Opus Dei

El Fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer, tuvo siempre una intensa devoción a la Virgen de Fátima, en cuyas manos dejó a la Obra de Dios y la santidad de sus hijos y a cuyo santuario acudió 11 veces entre 1945 y 1972. Sus hijos hoy buscan seguir lo que era su deseo y herencia: que todos vivan un intenso amor a María y den testimonio de ello en su vida cotidiana.

Movimiento Mariano de Sacerdotes

Es un movimiento reciente, fundado en 1972 por el R.P. Stephano Gobbi a raíz de una peregrinación que hizo al santuario de Fátima, en la cual experimentó unas locuciones interiores de la Virgen María, que lo impulsaron a fundar dicho movimiento. Su espiritualidad busca a través de la oración, penitencia, y la devoción eucarística, vivir una profunda conversión del corazón y una vida de acuerdo al evangelio. Tienen como uno de los medios para ello el rezo del Cenáculo, que consiste en una Oración para pedir la venida del Espíritu Santo, tomada de uno de los mensajes de Fátima: “Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María tu bien amada esposa”. Sigue la recitación del Santo Rosario, el rezo de oraciones por el Santo Padre, y luego la lectura y meditación de uno de los mensajes o parte de él, contenido en el “libro azul”, A los sacerdotes, los hijos amados de Nuestra Señora. Por último, se reza un Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María. En el Perú el Movimiento tiene su centro mariano en el Callao. Es también llamado Movimiento Sacerdotal Mariano.

Podemos constatar que todos las congregaciones marianas (maristas, marianistas, monfortianos, claretianos…) así los movimientos eclesiales marianos (focolares, Shoenstatt, cruzados y cruzadas de Santa María, milicia y movimiento de Santa María, JUN-Obra de la Inmaculada, Lazos de Amor Mariano, …) junto con medios de comunicación como Radio María y Correo Mariano profesan una filial devoción a la Virgen María en su advocación de Fátima. Cientos de templos, numerosos parques, multitud de plazas, miles de hogares siembran la geografía peruana de la tierna mirada de Nuestra Señora de Fátima.

[1] Buena parte de la información se basa en el trabajo elaborado para mi curso de “Historia de la Iglesia de la evangelización de América”, en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima,  por Rodrigo Pereira Vaz Guedes, a quien va mi gratitud.

José Antonio Benito