Obispo peruano emite comunicado ante campaña sucia de ataques

COMUNICADO (TEXTUAL)

En los últimos días se ha estado distribuyendo nuevamente en nuestra Diócesis ciertos panfletos difamatorios en contra de nuestro Obispo Mons. José Luis del Palacio y haciendo público su contenido a través de algunas redes sociales. Lamentablemente, sus autores se ocultan bajo el anonimato, lo que de por sí los descalifica por su falta de transparencia e incapacidad de asumir la responsabilidad de sus calumnias.

Como es sabido, campañas anónimas similares de desprestigio no son nuevas en nuestra Diócesis. Periódicamente se han hecho contra los últimos obispos del Callao, ya desde hace bastantes años.

Ante esta situación, se invita a los fieles a no dejarse sorprender por aquellas personas que, con fines oscuros, persiguen frustrar la actividad evangelizadora y sociocaritativa que nuestra Diócesis chalaca lleva a cabo desde hace varias décadas gracias a nuestros obispos y a los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que han sabido participar en la misión de la Iglesia en comunión con sus legítimos pastores.

Los miles de fieles que participan constantemente en la vida de nuestras parroquias y movimientos, así como en las celebraciones diocesanas y encuentros de formación organizados por nuestro Obispo, son el más claro ejemplo de que la Iglesia en el Callao quiere seguir siendo una Iglesia en comunión misionera, siguiendo las enseñanzas de los últimos Papas y, en especial, ahora del Papa Francisco que siempre nos invita a ser una Iglesia “en salida” y a no perder el tiempo hablando mal de los demás ni buscando dividir a las comunidades eclesiales.

Oremos por aquellas personas que tienen odio en su corazón y continuemos en la misión de fortalecer la familia y la educación católica, la formación permanente de todos los fieles, la promoción de las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada, así como la caridad y solidaridad para con los más pobres y marginados.

Como dice San Pablo: “… poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos…” (Ef 4, 3-6).

Callao, 14 de agosto de 2015

Oficina de Prensa y Comunicaciones