Papa Francisco almuerza con los Pobres en el Vaticano

Perú Católico, líder en noticias.– Ahora vamos a almorzar todos juntos. Agradecemos a quienes nos trajeron el almuerzo, a los que nos servirán el almuerzo. Agradecemos a todos y rogamos a Dios que nos bendiga a todos”, con estas palabras el Papa Francisco saludó a los más de tres mil participantes en el “almuerzo con los pobres”, organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Saludo del Papa

El Santo Padre llegó alrededor de las 12.20 del mediodía y saludó a los pobres e indigentes con estas palabras: “Buenos días. Ahora vamos a almorzar todos juntos. Agradecemos a los que nos trajeron el almuerzo, a los que nos servirán el almuerzo. Agradecemos a todos y rogamos a Dios que nos bendiga a todos. Una bendición de Dios para todos, todos nosotros que estamos aquí. Que Dios nos bendiga a cada uno de nosotros, bendiga nuestros corazones, bendiga nuestras intenciones y nos ayude a seguir adelante. Amén. ¡Y buen almuerzo!”.

Alegría y solidaridad

El almuerzo ofrecido por la institución, Rome Cavalieri-Hilton de Italia, en  colaboración con el Ente Morale Tabor, cuenta con la participación de 70 voluntarios de varias parroquias romanas, que sirven a los pobres y necesitados, quienes son acompañados por el personal de las asociaciones de voluntariado que trabajan en la capital italiana. El menú estuvo compuesto por un plato de lasaña, como primera vianda, luego se sirvió trozos de pollo acompañados de puré de papás y finalmente un tiramisú, un dulce de la tradición italiana. Asimismo, el almuerzo estuvo animado por la Banda del Santuario de Pompeya. Al final del evento, la conocida fábrica de “pasta” italiana, Pastificio Rummo, regaló a los participantes bolsas con un kilo de fideos.

Despedida del Papa

Al concluir este momento de compartir, el Papa Francisco se despidió de los participantes en el “almuerzo con los pobres”, agradeciéndoles por su participación: “Muchas gracias a todos por la compañía. Ahora me dicen que comienza la verdadera fiesta y que el Papa debe irse, para que la fiesta sea buena. ¡Muchísimas gracias! Gracias por la compañía. Gracias a los jóvenes músicos. Gracias a los que prepararon el almuerzo, a quienes lo sirvieron, y a los muchos chicos y chicas que ayudan aquí en el orden. Y gracias a todos. Y recen por mí. Que el Señor los bendiga. Gracias”.