Papa Francisco: ¡no seas hipócrita! que con la misma lengua que alabas a Dios insultas al prójimo

“Esto hace bien escucharlo, en este tiempo donde estamos tan acostumbrados a los calificativos y tenemos un vocabulario tan creativo para insultar a los otros”. Esto “es un pecado”, es “matar porque es dar un golpe en el alma del hermano” a su “dignidad”. A menudo decimos tantas groserías “con gran caridad, pero las decimos a los otros”. Exhort a permanecer “tranquilos”, “porque la prédica de un niño en la iglesia es más bella que la del sacerdote, del obispo y del Papa”. Déjenlos hacer, porque “es la voz de la inocencia que nos hace bien a todos”.

A este pueblo desorientado” pide mirar “hacia arriba” y seguir “adelante”. Pero no deja de señalar cuánto mal hace a la gente el contra-testimonio de los cristianos.

“¡Cuántas veces oímos en la Iglesia estas cosas: cuántas veces! ‘Pero, ese cura, ese hombre, esa mujer de la Acción Católica, ese obispo, ese Papa nos dicen ‘tienen que hacerlo así’, y él hace lo contrario. Ese es el escándalo que hace daño a la gente y no deja que el pueblo de Dios crezca, que vaya hacia adelante. No libera. También este pueblo había visto la rigidez de estos escribas y fariseos, e incluso cuando venía un profeta que les daba un poco de alegría, lo perseguían y lo mataban: no había lugar para los profetas, allí. Y Jesús les dice a los fariseos: ‘Ustedes mataron a los profetas, han perseguido a los profetas, a aquellos que traían aire nuevo’”.

“La generosidad, la santidad”, que nos pide Jesús, “es salir pero siempre, siempre hacia arriba. Salir hacia arriba”. Esta es la “liberación” de la “rigidez de la ley y también del idealismo que no nos hace bien”. Jesús “nos conoce bien”, “conoce nuestra naturaleza”.  “Tantas veces no se puede alcanzar la perfección, pero al menos hagan lo que se puede, pónganse de acuerdo “:

“Este sano realismo de la Iglesia Católica, la Iglesia Católica nunca enseñó ‘o esto, o aquello’. Eso no es católico. La Iglesia dice: ‘Esto y esto’. ‘Haz la perfección: reconcíliate con tu hermano. No lo insultes. Ámalo. Pero si hay algún problema, al menos ponerse de acuerdo, para que no estalle la guerra’. Este sano realismo del catolicismo. No es católico ‘o esto o nada’. Ello no es católico. Eso es herético. Jesús siempre sabe caminar con nosotros, nos da el ideal, nos lleva hacia el ideal, nos libera de este enjaulamiento de la rigidez de la ley y nos dice: ‘Pero, hagan hasta donde puedan hacer’. Y Él nos entiende bien. Este es nuestro Señor, eso es lo que nos enseña”.

El Señor, dijo de nuevo, nos pide no ser hipócritas: no ir a alabar a Dios con la misma lengua con que se insulta al hermano. “Hagan lo que puedan”, “al menos eviten la guerra entre ustedes, pónganse de acuerdo”.

“Y permítanme que les diga esta palabra que parece un poco extraña: es la pequeña santidad de la negociación. ‘Pero, no puedo todo, pero quiero hacerlo todo, pero me pongo de acuerdo contigo, al menos no nos insultamos, no hacemos la guerra y todos vivimos en paz’. ¡Jesús es un grande! Nos libera de todas nuestras miserias. También de aquel idealismo que no es católico. Pidamos al Señor que nos enseñe, primero, para salir de toda rigidez, pero salir hacia arriba, para poder adorar y alabar a Dios; que nos enseñe a reconciliarnos entre nosotros; y también, que nos enseñe a ponernos de acuerdo hasta el punto de que podemos hacerlo”.