Peruana en JMJ Polonia: “Es una gran alegría ver al Papa Francisco y sobre todo escucharlo”

Yo participé en la JMJ Río 2013 y la experiencia me gustó tanto que ni bien dijo el Papa Francisco que sería en Polonia, una amiga de la universidad con la que había ido y yo decidimos venir. Estuvimos organizando el viaje oficialmente un año antes aproximadamente, y en el proceso se sumaron algunas amigas más y la mamá de esta amiga con la que había decidido venir en Río. Mi plan inicial había sido venir como voluntaria al ver en Río la actitud de los voluntarios de servicio ante los demás, sin embargo por diversos motivos vine al final como peregrina.

La JMJ es una oportunidad única para profundizar muestra relación con Jesús mediante el tema elegido. Este año es sobre la misericordia, por lo que todas las meditaciones giran en torno a este tema tan importante en el mundo de hoy. Es además enriquecedor ver cómo la Iglesia está compuesta por tantos jóvenes de todo el mundo que vienen a este encuentro para acercarse más a Jesús mediante las enseñanzas del Papa Francisco.

Comenzamos el viaje desde Perú 2 chicas de la UDEP además de mí, Valeria Suárez y Arantzazú Jordán junto con la mamá de esta, Carmen Rosa Fernández. El día de ayer llegó desde Lima otra amiga, Rosa María Solis y en unas horas otra también de la UDEP, Emi Kanashiro, quien viene desde Alemania donde se encuentra haciendo unas prácticas.

Veo mucha alegría y emoción. Es muy común ver a los chicos cantando y bailando por toda la ciudad. Todos están muy emocionados por escuchar y estar cerca al Papa. Es realmemte emocionante y conmovedor poder ver a esa Iglesia joven y viva, que es justamente el futuro de la misma!

Espero poder interiorizar todos los mensajes sobre la misericordia para que a mi vuelta pueda poner en práctica todos los propósitos que voy sacando, de manera que pueda tener un encuentro muy personal y profundo con él.

El Papa Francisco desprende un carisma y paz únicos. Tiene algo en él que invita a todos a escucharle. Es una gran alegría el poder verlo y sobre todo el escucharlo. Sus mensajes son muy sencillos y claros, capaces de hablarte directamente al corazón.

En la JMJ, hay un espacio destinado a las confesiones, así que fuimos a la Iglesia de Santa María de Cracovia. Esta es una hermosa Iglesia de estilo bizantino donde nos confesamos con un sacerdote que hablaba alemán, español, inglés e italiano! Fue muy sobrecogedor y especial el poder pedirle perdón a Dios delante de la imagen de su madre, la Virgen de Chęstochowa, junto con muchos otros jóvenes que hacían lo mismo que nosotras pero en diversos idiomas.