PIURA: Arzobispo celebra ‘Solemnidad de Cristo Rey’ confirmando a cerca de 400 jóvenes

Perú Católico, líder en noticias.– La mañana del domingo, en el día en que la Iglesia celebra con júbilo la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, con la cual concluye el presente año litúrgico, una multitud de fieles provenientes de los centros poblados de “San Jacinto” y “La Legua” que pertenecen al Distrito de Catacaos (Bajo Piura), participaron con profunda alegría de la Santa Misa que fue presidida por el Arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., y concelebrada por el R.P. José Guillermo Uhen, donde un numeroso grupo de jóvenes del lugar recibieron la plenitud del Espíritu Santo de manos de nuestro Pastor. Del mismo modo, en la Parroquia «Santa Rosa de Lima» del Distrito 26 de Octubre, otro gran número de jóvenes y algunos adultos, se confirmaron y recibieron también los otros sacramentos de Iniciación Cristiana, durante la Santa Misa que fue concelebrada por el R.P. Luciano Maza Huamán, Párroco del lugar y el R.P. Reymer Flores Ancajima, Vicario Parroquial.

El Señor Jesús es Rey porque es la Verdad y el Amor

En su homilía, Monseñor Eguren se dirigió especialmente a los confirmandos, destacando la importancia de esta gran fiesta y la feliz coincidencia de que reciban en este día la Confirmación: “Hoy es la fiesta de Cristo, Rey del Universo. Jesús es un Rey muy particular. No es un Rey al estilo de los poderosos de este mundo. Su trono no es una sede lujosa, sino la Cruz. Su corona no es de oro con piedras preciosas, sino de espinas. Sus manos no sostienen un cetro real, sino que están atravesadas por dos clavos gruesos y toscos. En vez de recibir las adhesiones, alabanzas y honores de su pueblo, recibe insultos, vejaciones, muecas y rechazo. En vez de estar rodeados de nobles y de personas distinguidas, tiene por corte a dos ladrones. No tiene ejércitos que lo defiendan, sino sólo la compañía amorosa e incondicional de su Madre Santa María, de unas piadosas mujeres y del joven apóstol San Juan. Así es nuestro Rey, porque su Reino no es de este mundo. Así es nuestro Rey, porque su realeza no se basa en el poder terrenal, el dinero y el placer impuro, sino en la Verdad y el Amor. Más aún: ¡Él es la Verdad y el Amor! Necesitamos de este Rey más que de nadie y de nada de este mundo, porque sin la Verdad que es Él, nunca tendremos libertad auténtica, y sin el Amor que es Él, jamás nuestro corazón encontrará su paz, su plenitud y su felicidad. Hoy reciben al Espíritu Santo para que Él les dé la sabiduría para comprender que sólo Jesús es el Rey a seguir, el camino a recorrer, la verdad a ensayar y la vida a vivir”.

Como el Buen Ladrón hay que ponernos de parte de Jesús 

En otro momento, y reflexionando en el mensaje del Evangelio, nuestro Arzobispo destacó que: “El Evangelio de hoy (ver Lc 23, 35-43) nos presenta a Cristo Rey crucificado, y junto con Él a dos ladrones. A diferencia del mal ladrón, el buen ladrón se pone de parte de Jesús. Todos le hablaban mal de Él: el pueblo, las autoridades judías y las romanas. Más aún, el buen ladrón lo contempla escarnecido, destrozado, compartiendo con Él, el destino de los peores criminales. Pero iluminado por la fe, San Dimas, el buen ladrón, es capaz de descubrir que la verdadera gloria y poder de Cristo Rey están en su Amor que se entrega hasta el extremo por todos nosotros. Y por eso lo defiende y se pone de su lado enfrentándose no sólo al mal ladrón, sino a todos los que estaban ahí insultando a Jesús: «Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo». Y además lo proclama Rey: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino». El Buen Ladrón nos enseña a saber ponernos del lado del Señor en todo momento, pero sobretodo en los momentos de persecución y dificultad. Nos enseña a tener valentía y a no caer en respetos humanos, en el temor al qué dirán y menos aún en los silencios cómplices. Tener a Cristo como Rey exige nuestro testimonio y la defensa explícita de nuestra fe, porque: «al que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos» (Mt 10, 32). Y Jesús, que nunca se deja ganar en Amor y generosidad, nos dará a cambio en herencia su Reino: «Te lo aseguro hoy estarás conmigo en el Paraíso». Hoy reciben al Espíritu Santo, que es Espíritu de coraje y fortaleza (ver 2 Tim 1, 7). Que bajo su acción, Él siempre los lleve a confesar con valor a Jesucristo en las buenas y las malas”.

Finalmente, Monseñor Eguren dijo: “Sería poco creer que Jesús es Rey del universo y centro de la historia, sin que se convierta en el Señor de nuestra vida. Todo es vano si no lo acogemos personalmente y si no lo acogemos incluso en su modo de reinar: Con la verdad y el amor, con el servicio y la misericordia. Que nuestras palabras y sobre todo nuestra vida proclame: ¡Viva Cristo Rey!».

Cabe destacar además, que la tarde de ayer, nuestro Pastor celebró las vísperas de la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, presidiendo la Santa Misa en la Parroquia “Cristo Rey”, donde estuvieron presentes los fieles de la zona noroeste de nuestra ciudad. Concelebraron la Eucaristía el R.P. Joselito Salas Calderón, Párroco del lugar y el R.P. Juan Arturo García Trelles, Vicario Parroquial. En esta celebración Eucarística nuestro Arzobispo confirmó también a más de un centenar de jóvenes de la comunidad parroquial y de los colegios “Santo Domingo Savio” y “El Triunfo”, quienes estuvieron acompañados de sus padrinos, catequistas, familiares y amigos.