Piura y Tumbes: 17 seminaristas dan un paso en su camino al sacerdocio

Perú Católico, líder en noticias.– En la capilla del Seminario Arquidiocesano “San Juan María Vianney” de Piura, el Arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., presidió la Santa Misa de colación de ministerios durante la cual 17 seminaristas de Piura y Tumbes recibieron con profunda alegría y gratitud al Señor los ministerios del lectorado, el acolitado y la admisión a las Sagradas Órdenes como parte de su proceso de formación hacia el sacerdocio. Asimismo, fueron impuestas las sotanas a los seminaristas que este año iniciarán sus estudios de Teología. La Eucaristía fue concelebrada por el R.P. Santiago Villarino, Rector del Seminario, el R.P. Carlos Vargas, Vicerector, y el R.P. Marcio Ferreira, Director Espiritual, así como por varios sacerdotes invitados. Además, acompañaron a los jóvenes seminaristas sus familiares y amigos.

Crezcan siempre en el amor a Cristo

En su homilía, el Pastor dirigiéndose a los jóvenes seminaristas les dijo: “El evangelio nos ha recordado una gran verdad, la verdad del amor. Y es que el trabajo durante el tiempo de seminario y después de ser ordenados se resume en amar a Jesús y a los hermanos. Este paso que hoy dan debe significar en cada uno de ustedes una invitación a crecer en el amor a Jesucristo, a hacer del Señor la medida, el gran amor, el centro y la razón de ser de sus vidas. Pero también, como nos lo recuerda siempre el Papa Francisco, el amor por Dios y el amor al prójimo son las dos caras de una sola moneda. Solamente el amor al Señor es lo que garantiza un correcto amor de servicio y entrega a los demás, un verdadero amor a los hermanos. Por ello crezcan en este amor a Cristo, que esto sea la pasión dominante en sus vidas. Para eso están la vida espiritual y el estudio, la vida comunitaria en el seminario y el apostolado. Y también, siempre miren a la Virgen, qué mejor ejemplo de amor más grande. Acérquense a su corazón maternal y crezcan en una relación intensa de amor filial a María. Ese amor tan grande de la Madre por Jesús la llevó a arder en deseos de salvar y servir a los demás, de multiplicarse en una entrega de caridad a los hermanos”.

Y sean testigos fieles y valientes del Evangelio

“Queridos seminaristas -continuó Monseñor Eguren- sean también testigos valientes y humildes del Evangelio. Recuerden que cada vez que dan un paso más en el camino hacia el sacerdocio ministerial, se comprometen con Cristo y con su Iglesia a anunciarlo a Él y su Evangelio con valentía. Esto se manifiesta incluso en los signos exteriores de su vestimenta, que los va identificando cada vez más como los discípulos a los que Jesús ha llamado. Den testimonio de Jesucristo en todo momento y circunstancia de sus vidas, ya sea dentro o fuera del seminario, en los momentos de trabajo y de descanso, cuando están en sus clases, en sus familias o incluso cuando recorran las calles. Que se les vea como aquellos que están marcados por la llamada del Señor a ser sus sacerdotes. Y que cuando la gente los vea y los oiga, vean realmente seminaristas de una pieza. Por su bien, por el bien de la Iglesia y por el futuro de su ministerio sacerdotal, exíjanse siempre en la fidelidad y el compromiso. Sean fieles en todo momento, incluso cuando duermen. Pero también sean humildes, lo que supone la conciencia de que sin mérito de mi parte el Señor se ha fijado en mí, me ha mirado con amor y me ha llamado por mi nombre. Hay que reconocer que no nos merecemos esto que el Señor nos da. Yo no soy el artífice de mi vocación con mis solas fuerzas humanas, con mis capacidades intelectuales o mis habilidades. Es Dios el iniciador y el consumador de mi vocación, y soy yo el que tiene que cooperar con su llamado. Para ser fiel ahora, mañana y siempre, debo apoyarme primero en Cristo, y también en mis formadores, mis compañeros y mi familia”.

Oremos por las vocaciones

Antes de concluir, el Arzobispo saludó y agradeció especialmente a los padres de familia por entregar a sus hijos al servicio de Dios y de la Iglesia, así como a los sacerdotes responsables de su formación. Asimismo, hizo un llamado a orar y a promover las vocaciones sacerdotales, a rezar por toda la comunidad del Seminario de Piura y Tumbes, para que sigan creciendo en madurez y en unión con el Señor y su Iglesia.

Cabe destacar que recibieron el ministerio del Lectorado los seminaristas Juan Alonso Chinchay, Miguel Ángel Llontop, Joel Sandoval y Carlos Tocto. Fueron instituidos Acólitos Francisco Alvines, Hayro Castro, Gino Falen y Keelman Saavedra. Asimismo, fueron admitidos a las Sagradas Órdenes Víctor Raúl Ato, Carlos Junior Infante, Juan Carlos Pacherres y Rony Peña.

Finalmente, también fueron bendecidas e impuestas las sotanas a los seminaristas Joe Agurto, Víctor Raúl Albán, José Daniel Hernández, Brayan Quispe Dávila y Diego Ruiz Cisneros, que este año iniciarán sus estudios de Teología. Fuente: Arzobispado de Piura.