Perú Católico, líder en noticias rumbo al Bicentenario de la Independencia. Este artículo es escrito por el Doctor e Historiador José Antonio Benito.

Presidente del Congreso Constituyente en 1827 y de la Convención Nacional en 1834. Obispo de Trujillo de 1837 a 1845.

Hijo del capitán Pablo Diéguez y Sánchez y María Josefa de Florencia y Seda manos. Su hermano, Pablo Diéguez de Florencia (1788-1852), fue oficial del Ejército Libertador y su hermano Manuel Diéguez de Florencia fue diputado por La Libertad en el congreso constituyente de 1822, responsable de la primera constitución política del país45​.

En 1789 empezó a estudiar en el Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo, donde se le confiaron funciones de fiscal. Se recibió como Maestro en Artes. Becado a Lima, ingresa al Real Convictorio de San Carlos, donde concluyó sus estudios en Derecho Civil y Canónico, graduándose de bachiller en Cánones en la Universidad Mayor de San Marcos.

El 20 de mayo de 1804 fue ordenado sacerdote por el obispo de Trujillo José Carrión y Marfil. Su primer destino será como cura interino de Catacaos. En octubre de 1805 fue nombrado vicario eclesiástico del partido de Piura, donde permanece durante 16 años.

Junto a su tarea pastoral, se dedicó al comercio y a la vida política Tras la llegada de la expedición libertadora en 1820 que Diéguez decide apostar por el nuevo orden.

Como escribe la historiadora y biógrafa de nuestro protagonista -Elizabeth Hernández- el trienio 1821-1824 “lo que se vivió fue una grave situación de sentimientos encontrados: resignación, desconcierto, incertidumbre, caos y desesperanza”. Diéguez, aunque de formación conservadora, vivió el momento del cambio como autoridad eclesiástica en una provincia de frontera como Piura. Está comprobado su realismo anterior a la proclamación de la independencia, pero también su fidelidad inmediata a la «Patria». Uno de sus hermanos fue autoridad política en Piura. Su familia estaba muy ligada al obispo de Trujillo, Carrión y Marfil, enviado al exilio por San Martín. De hecho, una parte de la familia y amigos de Diéguez como sus hermanas, su superior, el obispo José Carrión y Marfil vieron derrumbarse el mundo en el que se desarrollaron. Otra parte de ellos, como el mismo Diéguez, mostraron adaptación y perspectiva de acoger el cambio, aun cuando en circunstancias como las previas a las batallas de Junín y Ayacucho, era todavía incierto su triunfo definitivo. Así, dos de sus hermanos residentes en Trujillo se fueron a España huyendo de la situación de angustia forjada por la independencia, del propio sistema patriótico y de la inminente presencia de José de San Martín en la capital. Fernando y Natividad Diéguez residieron en Granada el tiempo que duró la consolidación de la independencia.

Logró así su elección como diputado por el departamento de La Libertad al primer Congreso Constituyente en 1822 y luego fue nombrado Presidente del Congreso en 1823. Con la crisis política de 1823, acompañó a José de la Riva Agüero a Trujillo, formando parte del Senado instalado en dicha ciudad. Tras la consolidación de la independencia en 1824, su situación no cesó de mejorar siendo elegido de nuevo diputado por Piura, en 1827, y presidiendo otra vez el Congreso de la República ese año.

Finalizada la influencia bolivariana en 1827 y convocadas a elecciones para un nuevo Congreso Constituyente, Diéguez fue nuevamente elegido diputado por La Libertad, que en ese entonces abarcaba el norte peruano. Durante la inauguración del Congreso, el 4 de junio de 1827, perdió la votación para presidente, que ganó Francisco Javier de Luna Pizarro, que también era clérigo. Hasta que, meses después, logró llegar a la presidencia, que ejerció del 4 de noviembre a 4 de diciembre de 1827.1

Conformado el primer Congreso Bicameral de la historia del Perú, Diéguez formó parte del mismo, como senador por La Libertad (1829-1832)6​y en 18327​. En esta ocasión formó parte de la comisión eclesiástica del Senado, aunque no integró ninguna mesa directiva. Fue también elegido miembro del Consejo de Estado, bajo el primer gobierno de Agustín Gamarra. ​

Concluido su periodo senatorial, fue elegido diputado por Chota ante la Convención Nacional (1833-1834) ​, donde fue miembro de la comisión de Constitución. Fue este congreso, de carácter constituyente, que eligió presidente de la República al general Luis José de Orbegoso. Fue también en esta ocasión en que Diéguez volvió a ocupar la presidencia del Congreso, que ejerció de 12 de abril a 12 de mayo de 1834. ​

Paralelamente a su actividad política, fungió como canónigo del Cabildo de Trujillo y mentor de la Universidad Nacional de Trujillo, de la que será rector en 1831.

En 1835 fue designado obispo de Trujillo. Consagrado el 9 de octubre de 1836, antes de tomar posesión de su sede, encabezó la delegación del Estado Nor Peruano ante el Congreso de Tacna, donde se concertó el pacto de la Confederación Perú-Boliviana. El 2 de agosto de 1837 tomó posesión de su sede episcopal. Con la salud ya quebrantada, murió en Santiago de Cao, el 8 de junio de 1845, donde solía retirarse durante la temporada veraniega.

Con gran sensibilidad cultural formó una gran colección documental que figura en el AGN como colección “Tomás Diéguez” y ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación.  La forman 1,891 documentos agrupados en 7 legajos, que datan de los años 1792 a 1839, y que reflejan la vida virreinal, del proceso de emancipación y los primeros años de la República.

La correspondencia que conservó Diéguez de toda esa época permite apreciar “la percepción cotidiana e íntima de los personajes en un contexto muy singular, que abarca la crisis del régimen colonial, la guerra de independencia y el establecimiento del régimen republicano”.

Foto del autor de esta sección y artículo: Doctor e historiador José Antonio Benito.

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