El pueblo cristiano inicia un nuevo tiempo litúrgico con el Adviento, que es el camino con esperanza y alegría, que se pensaba decaídas en medio de varios años que viene afectando la salud de la humanidad provocadas por el COVID-19. Pero el Salvador, una vez más, viene a nuestro encuentro para celebrar su nacimiento.

Es un tiempo de espera vigilante y gozoso porque el Hijo de Dios nacerá en los corazones y que también nos recuerda su segunda venida, en el que se instalará definitivamente el Reino de Dios.

Durante estas cuatro semanas previas a la Navidad surgen signos que acompañan a los creyentes para avivar el encuentro con el recién nacido, que nos trae la Buena Nueva y tú ¿cómo estás preparándote?

La corona de Adviento, es uno de los signos principales para reunir a la familia, y es lo primero que debe tener un espacio principal en el hogar para reflexionar del impresionante acontecimiento de la llegada de Cristo al mundo.

Al entrar al tiempo de Adviento muchas familias extrañarán a sus seres queridos que ya no están presente por motivo de la pandemia u otros, pero frente a ello recordemos las palabras del Papa Francisco que dediquemos “momentos a la oración, meditando a la luz de la Palabra de Dios, para que el Espíritu Santo que la habita vaya iluminando el camino a seguir y transformando el corazón, en la espera del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo”.