Las novenas son prácticas devocionales de oración que se realizan durante nueve días para obtener alguna gracia o pedir por una determinada intención. Puede estar dedicada a Jesús mismo, o alguna advocación a Santa María, también hay novenas de celebraciones como la Navidad o a algún Santo canonizado o incluso para orar por un difunto.

Origen:

Las novenas tienen su origen en una base bíblica puesto que sabemos que entre la Resurrección y la Ascensión hay 40 días; y hay nueve días entre la Ascensión y Pentecostés. De esta experiencia surge la novena de Pentecostés, que es la oración que hicieron los apóstoles para la preparación de la venida del Espíritu Santo. Es por ello que las novenas tienen una intención de preparación para una fiesta.

Hay que tener en cuenta que al realizar una novena y pedir la intercesión de un santo, lo que debemos buscar principalmente es imitar sus virtudes y su santidad, de lo contrario la novena dejaría de tener sentido si no se practica con fe y devoción.

Muchas novenas tienen consentimiento eclesiástico, sin embargo, no son parte de la liturgia oficial de la Iglesia, pero se recomienda realizarlas siempre y cuando se encuentren dentro de un contexto doctrinal.

Pese a la antigüedad de esta devoción recién a partir del siglo XVII, El papa Alejandro VII concede la primera indulgencia a una novena en honor a San Francisco Javier.

Con la novena de preparación para la Navidad, se inició en Europa esta devoción recordando los nueve meses de embarazo de nuestra Madre, la Virgen María.  A partir de allí surgieron muchas más devociones de preparación a las fiestas de santos por diversas intenciones.  

Las novenas requieren de significativas cualidades como humildad, confianza y perseverancia para una oración eficaz. Se conoce que incontables santos practicaban esta devoción con gran fervor y a través de los siglos muchos milagros se han logrado con la oración de novenas.

Por Mary Yañez

Fuente: Catolic.net, Aciprensa, Perú Católico.