Fuerza Aérea del Perú se consagra a la Virgen de Loreto

El pasado 8 de julio la Fuerza Aérea del Perú se consagró a la Virgen de Loreto, patrona de la institución militar. Acto que se realizó en la celebración eucarística presidida por el Nuncio Apostólico en el Perú, monseñor Nicola Girasoli y concelebrada con el Obispo Castrense del Perú, monseñor Juan Carlos Vera Plasencia.

En ese contexto de fe y esperanza el Comandante General de la FAP, general del aire Alfonso Artadi Saletti, en representación de los miembros de la Fuerza Aérea acompañó al nuncio y al obispo frente a la imagen de la Señora de Loreto para el momento de la consagración. Acto importante en que se realizó una entrega espiritual de la institución a la protección de la Virgen María en la advocación de Loreto para que por su intercesión lleve sus intenciones a las manos generosas de su hijo Jesús, indica la oración leída por el monseñor Girasoli.

En otro momento el general Artadi en agradecimiento impone la condecoración FAP Orden Capitán Quiñones, en el grado de Gran Cruz Especial, por la causal Acción Distinguida a la imagen de la Virgen de Loreto de la Base Aérea Las Palmas, como “muestra de fe y devoción del personal de la FAP y eterno agradecimiento por las bendiciones recibidas y por guiarnos permanentemente en el largo camino de nuestras vidas como servidores y defensores de la patria”, señaló el oficial.

Posteriormente coloca a los pies de la virgen una espada, que es el símbolo del honor del soldado y garantía de profesionalismo, integridad y vocación de servicio con la cual agradecen por las bendiciones recibidas y renuevan su promesa de amor y fe.

Por otro lado, la Asociación Virgen de Loreto, integrada por esposas de los oficiales, recibió la propuesta para encaminar la consagración y como dijo su presidenta “abrieron las puertas y corazones” para lograr el compromiso de todo el personal que acompañaron con oraciones y actividades para lograr una solemne celebración.

Cathy Calderón V.

Licenciada en Ciencias de la comunicación. Dispuesta a mejorar en el campo profesional para entregar buenos trabajos que agraden a Dios. La Virgen María, San José y San Miguel Arcángel son las luces constantes en su camino.