Aunque el Nuevo Testamento no proporciona datos sobre el lugar y fecha del nacimiento de la Virgen María, la Iglesia Católica conmemora su natividad el ocho de setiembre, a los nueve meses del ocho de diciembre en que fue concebida sin pecado original, de acuerdo con el dogma de la Inmaculada Concepción.

Con respecto al lugar de su nacimiento, los evangelios tampoco lo indican. Sin embargo, hay varias tradiciones como una que considerando a María descendiente de David, localiza su nacimiento en Belén; mientras que otra corriente griega y armenia ubica Nazareth como la cuna de María.

Sobre el origen de la celebración de la fiesta de la natividad de la Santísima Virgen María, se conoce que una legendaria costumbre oriental celebraba su nacimiento desde mediados del siglo V, en la basílica de Santa Ana en Jerusalén. Debido a que la piedad cristiana siempre ha venerado a las personas y acontecimientos que han preparado el nacimiento de Jesucristo.

Después dicha tradición de la natividad fue introducida en occidente hacia el siglo VII y empezó a ser celebrada con una procesión-letanía que concluía en la basílica de Santa María La Mayor, en Roma.

Cada ocho de setiembre, nosotros los cristianos conmemoramos el cumpleaños de nuestra Madre Celestial, uniéndonos a todos los que como nosotros, tenemos en común a la misma madre: MARÍA.