Papa Francisco pide rezar al Señor de los Milagros por fin de pandemia en Perú

En una carta a los obispos de Lima y Callao, el Papa Francisco destacó que “en la ciudad de Lima, como en todos los demás rincones del Perú, el mes de octubre está marcado por la especial veneración al Señor de los Milagros, Jesús crucificado, fijo e inmóvil en la cruz, no por la fuerza de los clavos sino por su amor infinito, es la prueba más linda del amor de Dios hacia el amado pueblo peruano”.

El Señor Jesús “se muestra como el ‘Emmanuel’, Dios-con-nosotros que, silencioso, sale al encuentro de su gente para darle vida y consuelo, y abarcarlo en el abrazo inmutable de su misericordia y perdón”.

El Papa destacó también que “durante 332 años el Pueblo de Dios, unidos a sus pastores, ha acompañado al Crucificado, con devoción y esperanza, en el largo cortejo por las vías de la capital”.

Sin embargo, “este año la procesión no podrá salir por las calles, pero esto no impide que el Señor realice el milagro de llegar a los millares de corazones bien dispuestos que con fe sencilla reconocen que Dios hecho hombre continúa recorriendo junto con sus hermanos y hermanas el camino doloroso de cada época, y sigue compartiendo la incertidumbre y el sufrimiento de todos, especialmente de los más pobres, excluidos y descartados”.

“Me conmueve pensar en las duras pruebas que tantos hermanos y hermanas nuestros deben enfrentar a causa del virus, que no solo afecta a la salud, sino también a sus vidas, aumentando las injusticias, los sufrimientos, las incomprensiones que golpean su dignidad personal, sin distinción de pertenencia religiosa”, continuó el Papa Francisco.

El Pontífice afirmó que “ante la consternación y la sensación de impotencia que golpea a todos, sin excepción de personas me gustaría animarlos a mirar una vez más al Señor, Él no nos abandona, nos llama y nos abraza con su amor infinito que nos cura, nos conforta y nos salva”.

“Les aseguro mi oración y cercanía espiritual, y mientras los confío a la misericordia del Señor de los Milagros y al cuidado maternal de la Virgen de los Dolores, les imparto la bendición apostólica como signo de abundantes gracias divinas”, resaltó el Papa.

“Y, por favor, les pido que no se olviden de rezar por mí”, concluyó. Agencia Católica de informaciones / Perú Católico.