Papa Francisco: “saludo a los sacerdotes que confiesan con compasión y no con ‘látigo'”

El Santo padre agradeció a los buenos sacerdotes confesores que reciben a quien acude a confesar sus pecados no “con el látigo en la mano”, sino con ternura y compasión.

“Permítanme un pensamiento para tantos buenos sacerdotes confesores que tienen esta actitud de alzar a la gente, a tanta gente que se siente nada, que se siente tirados por el suelo por sus pecados, con ternura, con compasión. Muy buenos esos confesores que no están con el látigo en la mano, sino que están para recibir, para escuchar, y decir que Dios es bueno, que Dios perdona siempre, que Dios no se cansa de perdonar”.