Papa Francisco: Mensaje para la 59ª Jornada Mundial para la Oración por las Vocaciones
El Papa Francisco ha difundido su mensaje para la 59ª Jornada Mundial para la Oración por las Vocaciones, que se celebra este domingo 8 de mayo. Se trata de un texto titulado Llamados a edificar la familia humana en el que busca reflexionar sobre “el amplio significado de la vocación”, sin olvidar el trasfondo de esta época, en que, recuerda, “mientras los vientos gélidos de la guerra y de la opresión aún siguen soplando, y presenciamos a menudo fenómenos de polarización, como Iglesia hemos comenzado un proceso sinodal”.
Destacamos 6 ideas clave del mensaje del Papa sobre la vocación.
1. Cada bautizado debe ser evangelizador y discípulo misionero
«En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19). Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador», recuerda el Papa, citando Evangelii gaudium, 120.
Católicos -laicos y clérigos- en una evangelización callejera en EEUU: todos los bautizados han de ser evangelizadores y discípulos misioneros.
2. Todos debemos cuidar unos de otros y de la casa común, la Creación
“Estamos llamados a ser custodios unos de otros, a construir lazos de concordia e intercambio, a curar las heridas de la creación para que su belleza no sea destruida. En definitiva, a ser una única familia en la maravillosa casa común de la creación”.
3. La vocación, como la santidad, es para todos
“La vocación, como la santidad, no es una experiencia extraordinaria reservada a unos pocos. Así como existe la “santidad de la puerta de al lado” (cf. Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 6-9), también la vocación es para todos, porque Dios nos mira y nos llama a todos”.
4. Escuchar la Palabra para dejarnos modelar por Dios, divino escultor
“Nace la vocación gracias al arte del divino Escultor que con sus “manos” nos hace salir de nosotros mismos, para que se proyecte en nosotros esa obra maestra que estamos llamados a ser. En particular, la Palabra de Dios, que nos libera del egocentrismo, es capaz de purificarnos, iluminarnos y recrearnos. Pongámonos entonces a la escucha de la Palabra”, afirma el Papa.
5. Como el Dr. Gregorio Hernández: mirar al otro al discernir la vocación
“En general, toda vocación y ministerio en la Iglesia nos llama a mirar a los demás y al mundo con los ojos de Dios, para servir al bien y difundir el amor, con las obras y con las palabras. A este respecto, quisiera mencionar aquí la experiencia del doctor Gregorio Hernández Cisneros. Mientras trabajaba como médico en Caracas, Venezuela, quiso ser terciario franciscano. Más tarde pensó en ser monje y sacerdote, pero la salud no se lo permitió. Comprendió entonces que su llamada era precisamente su profesión como médico, a la que se entregó, particularmente por los pobres”, comenta el Papa.
6. Con diversidad de dones en armonía, “que todos sean uno”, como pidió Jesús
“Cuando hablamos de “vocación” no se trata sólo de elegir una u otra forma de vida, de dedicar la propia existencia a un ministerio determinado o de sentirnos atraídos por el carisma de una familia religiosa, de un movimiento o de una comunidad eclesial; se trata de realizar el sueño de Dios, el gran proyecto de la fraternidad que Jesús tenía en el corazón cuando suplicó al Padre: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Toda vocación en la Iglesia, y en sentido amplio también en la sociedad, contribuye a un objetivo común: hacer que la armonía de los numerosos y diferentes dones que sólo el Espíritu Santo sabe realizar resuene entre los hombres y mujeres”, añade el Pontífice. REL.
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