Diócesis del Callao celebró su XVIII Asamblea Pastoral Diocesana

Durante cinco días, la Iglesia del Callao, representados por sus sacerdotes, religiosos (as), miembros del equipo EDAP, EPAP, comisiones diocesanas, delegaciones de hermandades, movimientos, colegios parroquiales, entre otros, participó de la XVIII Asamblea Pastoral Diocesana realizada del 6 al 10 de febrero, en la Basílica de la Virgen del Carmen de la Legua.

Esta asamblea, fue convocada por el Obispo del Callao, Mons. Luis Alberto Barrera, MCCJ, con el objetivo de transformar las estructuras diocesanas desde el diagnóstico y hallar el problema fundamental y así fortalecer nuestra vocación evangelizadora, en la iglesia chalaca.

Como resultado de ese objetivo planteado, el equipo EDAP determinó que el problema fundamental de la diócesis del Callao es el siguiente:

“En la población de la Diócesis del Callao, constatamos que existe una deficiente formación de la persona (valores, costumbres y hábitos), que no favorece el sentido de pertenencia a la iglesia y crea división rompiendo la comunión entre hermanos y genera el alejamiento de los niños, jóvenes y familias en general. Así también, esta realidad alcanza al entorno eclesial: religiosos, consagrados, etc., ya que en la formación espiritual y doctrinal se observan limitaciones en la evangelización y trabajo pastoral, lo que trae como consecuencia la centralización principalmente en el aspecto sacramental, lo que perjudica la mirada hacia la persona en todas sus diferentes dimensiones (psicológico, familiar, social, entre otros). Además, genera falta de identificación y liderazgo lo que conlleva a la improvisación y falta de compromiso en los procedimientos pastorales.

Esta realidad impide profundizar, celebrar y compartir la fe en la comunidad cristiana y en la vida social de su pueblo. Esta problemática representa un claro desafío a la misión de la iglesia Diocesana, que busca a través del Proyecto Diocesano de Renovación y Evangelización, formar una comunidad cristiana, misionera y samaritana, que sea testimonio del Reino de Dios”.

Los días de esta asamblea continuaron, con una serie de actividades, en donde, a través de trabajos de grupo se reflexionó acerca del diagnóstico de la realidad pastoral de la diócesis, así como también sobre el problema fundamental y una evaluación sobre las acciones significativas realizadas durante el año 2022.

Finalmente, se definieron las etapas del Plan Pastoral, y las acciones significativas a realizar este año pastoral 2023. Siendo, la primera a realizarse el 19 de febrero, en la que todas las parroquias realizaran una gran peregrinación hacia el Estadio “Campolo”, en el distrito de La Perla. De esta manera, la diócesis del Callao se va preparando para iniciar el tiempo de la Cuaresma.

Esta asamblea pastoral es parte de este proceso de renovación diocesana que ha emprendido la iglesia chalaca, de la mano de nuestro obispo, Mons. Luis Alberto Barrera, MCCJ; quien, junto al Equipo de Animación Pastoral (EDAP), vienen impulsando y animando a todos los miembros de esta Iglesia particular.

En la misa inaugural, Mons. Luis Alberto, durante la homilía hizo un llamado y reflexión acerca de este proceso de renovación diocesana:

“Ensanchen su tienda, dice el profeta, estiren las lonas de su carpa, de su tienda, fortifiquen las estacas…y esto es lo que queremos hacer en esta iglesia diocesana. Y significa para nosotros, abrirnos, dejar de lado nuestra mirada miope, de una iglesia miope, que mira solo su ombligo, que no ve más allá de sus narices. Queremos mirar más allá, queremos hacer que todos entren bajo la carpa, que nadie se quede afuera, que todos los bautizados de esta iglesia chalaca tengan un lugar dentro de esta carpa que se llama diócesis, que sean protagonistas de su propia evangelización y la de sus hermanos. Que asuman la responsabilidad de la evangelización como parte de su vocación cristiana de bautizados. Ensanchar la tienda, significa hacer caer todos los prejuicios que nos dividen, eliminar todos los obstáculos que copan espacios inútilmente dentro de nuestros pensamientos, de nuestros proyectos pastorales, dentro de nuestras parroquias. Limpiar la casa, para que haya campo para las cosas buenas, las cosas de Dios. Ir barriendo la casa para que no haya cosas ambiguas, sino más bien el reino de Dios acontezca. Ensanchar la tienda significa salir de una mentalidad elitista, para dejar entrar a la tienda a todos, es renunciar a esta falsa idea de creernos los únicos y los más importantes, sino crecer en humildad. Sabiendo que cada uno de nosotros es una grano de arena, una gota de agua en el inmenso océano del reino de Dios, importante sí, pero no indispensable, para no creernos los mejores.

Ensanchar la tienda significa, ensanchar la mirada, mirar más lejos, y nos invita hacer que todos entren. Ese el proyecto de renovación que hemos iniciado. Eso es sinodalidad, no excluir a nadie, sino abrir la tienda para que entren todos. Y entonces sí, nuestra esterilidad se volverá en fecundidad, nuestra tristeza en alegría, nuestras dificultades se transformarán en fortalezas, de modo que podemos caminar como una iglesia en salida, iglesia que se compromete, iglesia que se ensucia las manos y los pies…”. Conferencia Episcopal Peruana.