¡Sepa las armas del demonio y cómo combatirlas!
“No solo saber y reconocer que el diablo existe sino en cóom enfrentarlo”, P. Francesco Bamonte, presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas.
En entrevista con Radio Vaticano, al poco tiempo de que la Asociación Internacional de Exorcistas recibiera el reconocimiento jurídico de la Congregación para el Clero en la Santa Sede, el P. Francesco Bamonte señaló lo siguiente:
Los demonios actúan en la historia personal y comunitaria de los hombres, tratando de propagar entre los hombres la elección del mal. Por eso, no basta saber que existen, sino que es preciso también conocer cómo actúan para prevenir y rechazar sus ataques y no caer en sus trampas
Sin duda, el fundamento de la predicación y de las enseñanzas del Papa Francisco es Jesucristo; pero el Papa nos exhorta a no olvidar lo que la Sagrada Escritura nos dice: que los demonios existen: son ángeles creados por Dios que se transformaron en malvados porque libremente eligieron rechazar a Dios y su Reino, dando origen así al infierno
El Papa ha descrito a menudo cómo actúan los demonios a través de la tentación para separar a los hombres de Cristo. De hecho, quieren que seamos como ellos; no quieren la santidad de Cristo en nosotros, no quieren nuestro testimonio cristiano, no quieren que seamos discípulos de Jesús. También ha subrayado varias veces que los demonios –que son repelentes y repugnantes– se disfrazan de ángeles de luz para hacerse atractivos y engañar mejor a los hombres. Jesús en el Evangelio nos enseña cómo luchar y vencer a los demonios con su gracia.
Para hacer frente a las tentaciones de los demonios, el sacerdote enumeró cuatro armas muy poderosas:
- La lectura y meditación de la Palabra de Dios: como dice el Papa Francisco, que nos ha invitado a llevar siempre en el bolsillo un Evangelio. En nuestro interior, esta Palabra, cuando entra, vive, actúa y nos llena de la gracia del Espíritu Santo
- El Rosario: el encomendarse a la Virgen, a quien el demonio odia especialmente
- La confesión frecuente: reconocernos pecadores humildemente, confesar nuestros pecados y pedir a Dios la fuerza para no pecar más
- La participación en la Santa Misa: especialmente los días festivos
También ayuda muchísimo la lucha contra nuestros vicios, contra lo que el pecado original ha dejado en nosotros, para que triunfe el hombre nuevo en Cristo.
El P. Francesco Bamonte, además hizo los siguientes señalamientos con respecto a la presencia de sacerdotes exorcistas:
La presencia de un sacerdote exorcista en una diócesis es importantísima. De hecho, cuando no hay un sacerdote exorcista, a menudo la gente se dirige a magos, hechiceros, lectores de cartas y del futuro, Sectas. No tiene sentido pensar que si las personas saben que hay un exorcista en su diócesis, serán más propensas a creer que son víctimas de una posesión diabólica. La primera preocupación de todo exorcista con buen sentido es evitar que se forme o se mantenga la creencia de una posesión cuando ésta no existe.
¿Cuál es la misión de un exorcista?
El exorcista es ante todo un evangelizador, un sacerdote, por lo que sea cual sea el origen del mal que padece quien acude a él, sea o no sea una auténtica forma de acción extraordinaria del demonio. El sacerdote exorcista se esfuerza por infundir serenidad, paz, confianza en Dios y esperanza en su gracia. Y cuando se comprueba realmente la existencia de un caso de posesión diabólica, el sacerdote exorcista acompañará a esos hermanos y hermanas que sufren a causa del maligno, con humildad, fe y caridad, para sostenerlos en la lucha, para darles ánimos en el duro camino de la liberación, y para reavivar en ellos la esperanza”.
En mi experiencia he encontrado hombres y mujeres perfectamente sanos de mente, pero expuestos a un nivel de sufrimiento difícilmente imaginable. Ante tanto dolor es imposible permanecer indiferente: deseo sinceramente que muchos otros hermanos sacerdotes se den cuenta de esta dramática realidad, a menudo ignorada o subestimada. El exorcismo es una forma de caridad en beneficio de personas que sufren. Está dentro de las obras de misericordia corporal y espiritual.
Los exorcistas en Roma, cuentan con la ayuda de un equipo de voluntarios formado por médicos especialistas en psiquiatría y psicoterapeutas, que evalúan si es necesario los aspectos médicos. Hay personas que confunden problemas de origen médico con problemas de origen espiritual. Los casos que se consideran serios y en los que debe intervenir un sacerdote exorcista son limitados.
El Espíritu Santo, principal inspiración de estos tiempos
La reciente creación de la Asociación Internacional de Exorcistas que presido, es un signo de los tiempos, pues el Espíritu Santo, en respuesta a las exigencias especiales de nuestra época, ha suscitado una toma de conciencia de que entre los mandatos que Cristo a la Iglesia, está incluido el de expulsar a los demonios en su Nombre.
Al mismo tiempo, el Espíritu Santo ha inspirado en la Iglesia una asociación de sacerdotes exorcistas para que tengan la fuerza que deriva del estar en comunión con otros hermanos que ejercen el mismo ministerio; y para que, encontrándose periódicamente y compartiendo sus experiencias, puedan ofrecer una ayuda más eficaz a quienes se dirigen a ellos.
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