Explicación del “Dios te salve, María”

1) “Dios te salve, María”

No significa “adiós”, sino “Dios te saluda, Dios te llena de vida”.
Es un saludo que recuerda el de Gabriel en la Anunciación: es Dios mismo quien la mira, la elige y la honra.

2) “Llena eres de gracia”

María no tiene un poquito de gracia: está llena, rebosante.
La gracia es la vida misma de Dios en el alma; por eso la Iglesia entiende que desde su concepción Dios la preservó del pecado (Inmaculada Concepción).
En ella no hay sombra, solo luz.

3) “El Señor es contigo”

Es la frase más fuerte del ángel.
No dice “Dios está cerca” sino “contigo”, es decir:

• la acompaña,
• la sostiene,
• y la une a su plan salvador.

María es la mujer totalmente disponible a Dios.

4) “Bendita tú eres entre todas las mujeres”

Es la frase de Isabel cuando recibe a la Virgen:
María es bendita, no por mérito propio, sino porque Dios ha hecho en ella obras grandes.
Es la mujer que cumple y encarna la promesa hecha a Israel.

5) “Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús”

Aquí está el centro: toda bendición de María está en que lleva a Jesús.
Ella es Madre de Dios porque Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre.
Decimos su nombre porque es la fuente de toda bendición.

6) “Santa María, Madre de Dios”

La Iglesia reconoce este título desde el siglo IV: Theotokos (Madre de Dios).
No es para exagerar a María, sino para proteger la verdad sobre Cristo:
si Jesús es Dios, María es Madre de Dios.

7) “Ruega por nosotros, pecadores”

No le pedimos un milagro mágico, sino su intercesión:
igual que en Caná, María presenta nuestras necesidades a su Hijo.
Ella intercede no porque sea más poderosa que Dios, sino porque está unida a Él por amor perfecto.

8) “Ahora y en la hora de nuestra muerte”

Dos momentos clave:

• ahora, en lo que estamos viviendo hoy, con nuestras luchas reales;
• en la hora final, cuando más necesitamos gracia, fortaleza y misericordia.

Es pedirle que nos acompañe toda la vida y en el paso a la vida eterna.

9) “Amén”

Significa: “Así es, así lo creo, así lo confío.”
Es nuestro “sí” unido al “sí” de María.