El momento en que San José… ¿se quedó con la boca abierta?, por Cathy Calderón

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Hay un milagro pintoresco en las experiencias de Santa Teresa de Ávila con San José, el protector de la Iglesia. Resulta que Teresa tuvo la misión de reformar el monasterio de la Encarnación (España) y en el momento de su posesión como priora, sabiendo que no tenía todo el apoyo de las monjas, decidió llevar con ella la imagen de San José, que junto a la virgen María dirigirían el convento, en alusión a una escena que se señala que en el día de su posesión colocó en la silla prioral la imagen de la Virgen y a San José en la silla subprioral, como una especie de roles de directora y subdirector.

La Santa y mística se encomendaba al Padre Adoptivo de Jesús y entre sus oraciones pedía que le contara todo lo que acontecía en el monasterio y el Santo cumplía con ello, por lo que Santa Teresa corregía malas actitudes en el convento. Esto causaba sorpresa en las monjas porque no entendían cómo se enteraban. Así que una religiosa espío en la habitación de Teresa y vio cuando la santa oraba frente a la imagen de San José y este movía la boca, ante la cual la monja hizo un ruido, y la imagen de San José se quedó con la boca abierta. Así surge la historia de San José, el Parlero, que antes llevaba el título del Patrocinio. 

Y quién es San José, de él no hay muchos datos en las Sagradas Escrituras, sin embargo de las pocas referencias bíblicas se puede sacar grandes realidades atribuyéndole como un hombre sencillo, obediente, humilde, protector, trabajador, respetuoso, casto, si bien no tiene una paternidad biológica en el nacimiento del Niño Dios, pero sí se le puede considerar una paternidad moral, que en su rol de padre como tal cumplió su papel en la educación de virtudes a Jesús niño y adolescente.

A continuación, te mostramos el Rosario que es parte de la Treintena a San José compuesto por ocho misterios y que resume la historia del padre adoptivo de Jesús:

  1. El anuncio del ángel de que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
  2. La búsqueda de posada en Belén.
  3. El nacimiento del Niño Jesús en Belén.
  4. La presentación del Niño Jesús en el templo y ofrece un par de tórtolas o dos palomas.
  5. La huida a Egipto con Jesús y con María.
  6. El regreso de la Sagrada Familia a Nazaret.
  7. La pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el templo.
  8. La gloriosa muerte de San José, en brazos de Jesús y María.

San José, considerado el terror de los demonios, es el más grande de todos los santos, y el primero, por tal se le rinde el culto de la protodulía. Nos muestra una vida de oración y silencio. Acerquémonos al esposo de la Virgen María para crecer en la fe y talle nuestro corazón para amar a los Sagrados Corazones de Jesús y María como lo hizo el Santo Custodio de la Sagrada Familia.