La Gran Mariscala del Perú: “Nuestra Señora de la Merced”

Perú Católico, líder en noticias.- Los Padres Mercedarios llegaron al Perú junto con los primeros conquistadores. Y con ellos la devoción a la Virgen de las Mercedes. Que rápidamente se extendería por el vasto Virreinato.

De ello nos da cuenta el historiador jesuita, P. Rubén Vargas Ugarte: “Fruto del celo de los mercedarios fue la difusión del culto a la Virgen titular, algunas de cuyas imágenes, como las de Lima, Quito, Pasto, Piura, Chachapoyas, Portobelo, Ica, Tucumán y Caracas, vinieron a ser muy populares y veneradas”.

Fray Miguel de Orenes, quien fundara en 1535 el convento de Lima, trajo la primera imagen de la Virgen de la Merced que se veneró en esta ciudad.

El P. Luis Vera en su Memorial de la fundación y progreso de la Orden señala que ya esta imagen obró estupendos milagros entre los conquistadores y primeros pobladores de la ciudad.

La imponente imagen de Nuestra Señora de la Merced, expuesta en su altar mayor, es muy antigua y de muy bella factura. Data del tiempo de la inauguración de la iglesia a comienzos del siglo XVII.

La primitiva ermita mercedaria, un oratorio pequeño y de pobres materiales, fue sustituida por el magnífico templo levantado durante el gobierno del Marqués de Montesclaros (1608-1615) y que hasta hoy contemplamos, a pesar de la furia de los temblores y los saqueos de los piratas.

En tiempos recientes la Santa Sede ha elevado la iglesia al rango de Basílica Menor.

Los Mercedarios no sólo evangelizaron a la región sino que fueron gestores del desarrollo de la ciudad al edificar los hermosos templos que hoy se conservan como valioso patrimonio histórico, cultural y religioso.

El gran impulsor de esta devoción en el Perú fue sin duda Fray Antonio de Vidaurre.

Quien por largos años dirigió la Tercera Orden de la Merced y escribió en 1716 la célebre Novena deprecatoria a la Santísima Virgen de la Merced, redentora de cautivos y especialísima abogada del Perú, que tan amplia difusión tuvo desde entonces.

DATOS: Fue proclamada en 1730 “Patrona de los Campos del Perú”; “Patrona de las Armas de la República” en 1823.

Y al cumplirse el primer centenario de la independencia de la nación, la imagen fue solemnemente coronada y recibió el título de “Gran Mariscala del Perú” el día 24 de septiembre de 1921, solemnidad de Nuestra Señora de la Merced.

En 1970 el cabildo de Lima le otorgó las “Llaves de la ciudad” y en 1971 el presidente de la República le impuso la Gran Cruz Peruana al Mérito Naval, gestos que demuestran el cariño y la devoción del Perú a esta advocación considerada por muchos como su Patrona Nacional.

Por decreto del Papa Benedicto XV, firmado por el ilustre y recordado Cardenal Rafael Merry del Val, el 24 de setiembre de 1921, el Arzobispo de Lima, Mons. Emilio Lisson y Chávez, realiza en el atrio de la Catedral la emotiva ceremonia de coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Merced.

Este mismo espíritu se expande a otras ciudades.

Así, como parte del VI Congreso Eucarístico Nacional celebrado en Piura en 1960, es coronada canónicamente la antigua e histórica imagen de la Merced del puerto de Paita.

Y al año siguiente el Nuncio Apostólico, Mons. Romolo Carboni, corona en el atrio de la Catedral del Cuzco, ante una impresionante multitud, la tradicional imagen de la Virgen de la Merced venerada en la Ciudad Imperial.