¡Milagro grabado! sacerdote cocina ‘sin gas’ la cena para decenas de pobres

El P. Luis Ayala Falla es un sacerdote de la Arquidiócesis de Lima que trabaja en la Parroquia San Lucas, en el distrito limeño de Pueblo Libre, y esta vez fue testigo de un extraordinario milagro: ¡cocinar sin gas por dos horas! para llevar la cena a más de 150 hermanos de extrema pobreza que viven en las calles. ¡El milagro quedó grabado!
«Sea acabó el gas, y procedimos junto a un hermano que me ayuda en la cocina a sacar la válvula que a través de una manguera lleva el gas a la cocina. Sin embargo, nos percatamos que continuaba saliendo gas para cocinar a más de 150 hermanos que viven en las calles. Soy testigo de ese milagro. No hay manera que la ciencia pueda refutar esto. Nos hemos emocionado», señaló el padre a ‘Perú Católico’
El padre había decidido dejar por un tiempo este proyecto: «Debo decir que en las últimas semanas hemos estado sobrecargados de trabajo en atender y escuchar a tantos hermanos que nos comparten sus problemas. Y pensé ‘voy a dar un descanso al apostolado de los sábados de dar de comer a hermanos de la calle. Pero veo que el Señor quiere que continúe este apostolado».
Cabe señalar que ese sábado el evangelio trataba sobre la multiplicación de los panes y peces.
Compartimos los videos grabados por el P. Luis Ayala que nos ha concedido en donde cuenta a detalle el milagro que ya da la vuelta al mundo:
Lectura del santo Evangelio San Marcos Marcos 8, 1-10 (Evangelio del día del Milagro)
En aquellos días, vio Jesús que lo seguía mucha gente y no tenían qué comer. Entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima esta gente: ya llevan tres días conmigo y no tienen qué comer. Si los mando a sus casas en ayunas, se van a desmayar en el camino. Además, algunos han venido de lejos». Sus discípulos le respondieron: «¿Y dónde se puede conseguir pan, aquí en despoblado, para que coma esta gente?» Él les preguntó: «¿Cuántos panes tienen?» Ellos le contestaron: «Siete». Jesús mandó a la gente que se sentara en el suelo; tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos, para que los distribuyeran. Y ellos los fueron distribuyendo entre la gente. Tenían, además, unos cuantos pescados. Jesús los bendijo también y mandó que los distribuyeran. La gente comió hasta quedar satisfecha y todavía se recogieron siete canastos de sobras. Eran unos cuatro mil. Jesús los despidió y luego se embarcó con sus discípulos y llegó a la región de Dalmanuta.
¿Y qué les parece si nos unimos a este proyecto de Dios y seguimos multiplicándonos? ‘Perú Católico’ se suma a esta obra de Dios a través del ‘Congreso de Apologética’, parte de lo recaudado será para las cenas de los más necesitados que viven en las calles. ¡Súmate a esta obra de caridad, inscríbete y además de participar del Congreso de Apologética donde recibirás grandes ponencias, regalos y certificado, estarás ayudando a más de 150 hermanos. ¡Dios ya hizo el milagro, nosotros continuemos el milagro de amor!

Director, redactor y columnista del medio de comunicación ‘Perú Católico’.