Se ha extendido de forma viral en Internet (sobre todo en lengua inglesa, pero recientemente también en español) un fenómeno peculiar: el “desafío de Charlie Charlie”,que para muchos es un juego de iniciación al espiritismo que se hace con dos lápices y un papel y para otros una tontería para asustar adolescentes (las dos categorías no se excluyen mutuamente).
[Actualización de los hechos en junio: al final, resulto que el origen de todo era uan campaña de publicidad viral de Warner Brothers para potenciar su película “La Horca.
Lo específico del fenómeno, distinto a los juegos con ouija de los años 70, es que a muchos jóvenes les parece que lo mínimo que se puede hacer es intentarlo, filmarlo y colgarlo en internet .Otros muchos publican parodias, tutoriales o críticas.
La primera versión del juego se ha encontrado en vídeos de enero de 2015, aunque ha sido en mayo cuando se ha disparado por Twitter, Facebook, Whatsapp y otras redes sociales. “En 48 horas, el hashtag #charliecharliechallenge ha sido utilizado por más de dos millones de usuarios en las redes”.
Dos lápices y un papel
El juego consiste en escribir en un papel las palabras “sí” y “no” y colocar encima dos lápices cruzados (en posición inestable, que cualquier corriente o movimiento discreto podrá mover). Entonces se preguntan cosas a “Charlie”, y el lápiz oscila “misteriosamente” hacia el “sí” o hacia el “no”. Por ejemplo: “¿Charlie, Charlie, aprobaré el examen?” o “Charlie, Charlie,¿estás ahí?”
¿Quién es “Charlie”? Se repite de web en web que es un “espíritu mexicano” (algunas webs cristianas prefieren decir “un demonio mexicano”), aunque no está claro que los espíritus o demonios tengan pasaporte ni nacionalidad y muchos señalan que “Charlie” no suena a nombre mexicano.
Por otra parte, antes de enero de 2015 no parece haber nadie en México (ni fuera de México) que hubiera oído hablar del juego. María Elena Navez, una periodista mexicana de BBC, ha desmentido cualquier relación entre “Charlie Charlie” y cualquier tradición de su país.
Algunos proponen, como señalaba el ya mencionado artículo de Miguel Cuartero enAleteia, que el “vocabulario” y la imaginería parece influido por la masacre de dibujantes de Charlie Hebdo en París el 7 de enero de 2015, con los carteles de “Je suis Charlie” por televisiones y pantallas digitales, acompañados del emblema de los lápices. Fue entonces cuando aparecieron las primeras escenas del juego.
El juego, el reto, el miedo…
Hay también quien ha recordado que los juegos adolescentes de miedo (y en este caso de adivinación casera) siempre han existido, aunque en este caso se mezcla su formato extremadamente sencillo (muchas menos opciones que en una ouija, que usa letras y números) con el fenómeno de grabar y colgar en la red. La palabra “challenge” (reto) en el “Charlie Charlie challenge” recuerda al “reto del cubo de hielo” (gente que se mojaba con agua helada y lo colgaba en Internet) y a algo tan adolescente como retar “a ver si te atreves” a explorar algo que “da miedo”.
La prensa anglosajona (y también la italiana) en vez de minimizar el asunto le ha dado gran cobertura porque es un tema que genera una curiosidad morbosa y es especialmente rentable en internet, al atraer lectores y visitas. La prensa en lengua española ha tardado más en subirse al carro.
Una ocasión pastoral
Para algunos sacerdotes la “moda” ha servido para plantear entre los jóvenes el tema de la atracción por la adivinación y el ocultismo y sus peligros.
Por ejemplo, el padre Stephen McCarthy, capellán de un colegio católico de Filadelfia, ha escrito una carta a los estudiantes con este texto: “Me he enterado de la existencia de un juego muy peligroso difundido en las redes sociales que anima abiertamente a los jóvenes más sensibles a evocar demonios. Quisiera recordaros que no existe una forma de “jugar inocentemente” con los demonios. Por favor, aseguraros de no participar y animad a otros a evitar la participación también. Entiendo cuanto pueda tentar la curiosidad, pero el problema de abrirse a la actividad demoníaca es que abre una ventana de posibilidades que no se cierra con facilidad. Si queréis experimentar algo convocando realidades espirituales, ¿puedo recomendaros la Misa o el Rosario? Creo que a lo largo encontrareis estas alternativas más seguras y gratificantes. Gracias por vuestra comprensión sobre este tema tan importante. Qué Dios nos bendiga y nos proteja con la ayuda de nuestro ángel de la guarda”.
El arzobispo emérito de St. Louis, Robert Herman, ha pedido a los padres que no dejen a sus hijos jugar a “Charlie Charlie”. “Prohibidlo a vuestros hijos, avisadles de sus peligros. Esto no es sólo un juego inocente, esto es abrirtu espíritu a espíritus malignos que pueden causarte un gran mal”, ha afirmado en declaraciones recogidas en la prensa norteamericana.
En sus libros y entrevistas, el exorcista italiano Gabriele Amorth ha advertido a sus lectores contra los rituales de adivinación y espiritismo. Según el padre Amorth, además de riesgos psíquicos naturales como el ansia, estrés o la aprensión se corren riesgos de naturaleza espiritual si se produjera una intervención demoníaca, atraída por la invocación.
También hay quien toma el tema con humor. En una web escéptica una comentarista jocosa comentaba que “antes para invocar al demonio se necesitaban rituales, vestiduras, sangre de virgen, cristales raros… ¿y ahora basta con un papel y dos lápices?” Otros escépticos señalan las muchas formas de mover un lápiz inestable y preguntan qué pasa si se escriben tonterías absurdas en el papel y el lápiz da respuestas graciosas o bobas.
Vídeo que se burla del Charlie Charlie: “autoengaño”, “timo”, “actores exagerados”, “una estupidez”…
Lo que dice el Catecismo sobre adivinación y espiritismo
Párrafo 2116: Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone “desvelan” el porvenir (cf Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a “mediums” encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.
Párrafo 2117: Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenaturalsobre el prójimo —aunque sea para procurar la salud—, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legítima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo.