Homilía del Domingo XVIIII del Tiempo Ordinario: quien cree tiene vida eterna

Muchas personas inteligentemente piensan porqué la liturgia dominical tiene tres ciclos si son cuatro los evangelistas. ¿Dónde está San Juan?

La liturgia va insertando en diversos domingos el evangelio de San Juan.

Precisamente en este ciclo B, del 25 de julio al 22 de agosto, nos presenta su capítulo 6 y después, entre Semana Santa y la Pascua, encontramos gran parte de su evangelio y del mismo modo en otros momentos del ciclo B.

En esta temporada la Iglesia nos invita a meditar con profundidad el tema de la eucaristía que es tan importante para nuestra fe.

  1. 1 Reyes

Nos cuenta un hecho de la vida de Elías, algo que es como un signo de la eucaristía.

Elías huye de los reyes que lo quieren matar y camina hacia el monte Horeb que es el “monte de la contemplación”.

Pasada una jornada de camino se tumba bajo una retama y se desea la muerte. Pronto quedó dormido. El ángel del Señor lo tocó y le dijo: “levántate y come”.

A su cabecera vio un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y volvió a dormirse. Pero el ángel lo tocó de nuevo diciéndole: “levántate y come que el camino es superior a tus fuerzas”.

Elías comió y con la fuerza de este pan pudo caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte Horeb.

Bonita lección para todos nosotros, si pensando en la eucaristía tenemos la certeza de que el camino hasta el cielo es largo y necesitamos comer de este pan y beber de este vino que son el Cuerpo y la Sangre de Cristo porque “el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré el último día”.

  • Salmo 33

Un salmo que la Iglesia refiere también a la eucaristía y sobre este gran sacramento, nos dice:

“Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a Él”.

  • San Pablo

El apóstol nos habla de Jesucristo y la liturgia lo refiere hoy a la eucaristía. He aquí algunos consejos del santo:

+ Imiten a Dios como hijos queridos:

Qué gran motivo. El mejor modelo nuestro Creador.

+ Vivan en el amor como Cristo nos ha enseñado en su entrega total al Padre para salvarnos:

Hacer la voluntad del Padre como Jesús.

+ No entristezcan al Espíritu Santo.

Lo contrario nos impediría prepararnos bien para recibir a Jesús en la eucaristía.

De esta manera Pablo nos habla de las tres Personas de la Trinidad Santa y todavía añade otros consejos que les invito a leer:

+ “Desterrad la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad.

Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo”.

  • Verso aleluyático

Nos repite la parte central del capítulo 6 del evangelio de San Juan:

“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”.

Este pan encierra la vida para siempre.

  • Evangelio

Hay que tener en cuenta que para buscar con ansias y amor la eucaristía, es decir, a Cristo como pan y vino consagrados, el Padre tiene que atraernos. Sin este regalo del Padre nadie llegará a Jesús.

En segundo lugar Jesucristo nos dice la gran afirmación:

“Yo soy el pan vivo. El que me coma vivirá para siempre”.

Tenemos que comer el pan que es Cristo, su Cuerpo entregado día a día para la salvación del mundo.

Solo así tendremos asegurada la salvación.

Que el Padre Dios nos ayude a entender y vivir la gran lección de este domingo del ciclo B en el capítulo 6 de San Juan.

Pidamos al Padre verdadera hambre de Jesús.

José Ignacio Alemany Grau, obispo