P. Paul Rivas: “La campaña ‘Perú Unidos por el Bicentenario’ tiene como objetivo realizar una gran sorpresa por fiestas patrias para 500 familias de escasos recursos”

Con la pandemia muchas realidades salieron a la luz, entre ellas la pobreza material de hermanos que carecen de las necesidades básicas para sobrevivir el día a día, y es donde se conoce, una vez más, la conciencia social de la Iglesia Católica que, a través de sus sacerdotes, comunidades religiosas y laicos vienen ofreciendo iniciativas y ayudas en favor de los más necesitados.

Así encontramos al Padre Jhon Paul Rivas Alfaro, sacerdote diocesano y actualmente es vicario en la parroquia San Conrado en Carabayllo (Los Olivos), quien impulsa la campaña “Unidos por el Perú”.

Padre, ¿Cuántas actividades sociales viene realizando desde que empezó la pandemia? ¿La gente cómo responde?

En todo este tiempo de la pandemia he estado asistiendo con ollas comunes en cinco lugares de extrema pobreza, muchas de estas familias viven en situaciones infrahumanas, en su mayoría carecen de los servicios básicos, no tienen luz, ni agua, ni desagüe. En estos lugares hemos realizado diferentes obras para llevarles alimentos, lo hemos hecho con el apoyo de algunos policías voluntarios de la comisaría de mi jurisdicción, con ellos hemos preparado desayunos para llevar a los niños de estas zonas. En la Navidad del 2020 llegamos a mil niños y este año esperamos llegar al doble. También, en el Día de la Madre hemos llevado canastas solidarias y se realizó por medio de la providencia de Dios, que actúa concretamente a través de hermanos de la parroquia y fieles del extranjero, los cuales se llaman “Proyecto Solidaridad”, que se han puesto la camiseta por ayudar a los más necesitados.

La Iglesia siempre se ha preocupado por atender a los pobres, tiene esa opción preferencial por los pobres, no solo del alma sino también en lo material ¿cree que falte impulsar la conciencia social en la población? ¿Qué se conozca más sobre la doctrina social de la Iglesia?

En este mundo actual donde vivimos aislados y atemorizados por todo el contexto mundial, está llevando que el hombre se vuelva más frío y se aleje de su prójimo, pero esto es un grave error porque no hemos sido creados seres aislados, sino todo lo contrario, seres en relación. Esta será la única manera de avanzar y construir una sociedad más justa, cercana, donde mi “yo” se llegue a realizar en el “tú”. Pero cuando comenzará esto, ello inicia en el momento que dejas de pensar en ti y comienzas a pensar en los demás y verás en el otro a tu hermano, no como se nos intenta confundir que el otro es mi enemigo, porque piensa distinto a mí; reconocer lo valioso que tiene el otro hará que pueda generar lazos de unidad, los cuales me permitirán avanzar y crecer como persona.

Por ello, una de las grandes tareas que tiene la Iglesia es de llevar al hombre al encuentro con su hermano, por ello Cristo se identifica con: el más necesitado, el abandonado, el olvidado, el que se siente desamparado. En una palabra, Cristo se idéntica con el pobre, pero al hablar de pobre no solo la Iglesia se refiere a una necesidad material, sino también moral y espiritual, por ello decía muy sabiamente nuestra querida Santa Teresa de Calcuta: “Ese hombre es tan pobre, que lo único que tiene es dinero”. Por ello la Iglesia siempre acompaña a sus hijos y no los desampara.

La  Iglesia por medio de la Doctrina Social busca acompañar a sus hijos sintiendo cómo resuena en su corazón el mandato del Príncipe de la paz a los Apóstoles: Lc 9,13 «dadles vosotros de comer» Así pues, fiel a esta exhortación de su Señor, la comunidad cristiana no dejará de asegurar a toda la familia humana su apoyo a las iniciativas de una solidaridad creativa, no sólo para distribuir lo superfluo, sino cambiando «sobre todo los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad». Por ello, la Iglesia invita a toda persona de buena voluntad, para que ensanche su corazón hacia las necesidades de los pobres, haciendo cuanto le sea concretamente posible para salir a su encuentro. En efecto, sigue siendo incontestablemente verdadero el axioma según el cual «combatir la pobreza es construir la paz».

Con la campaña “Unidos por el Perú” ¿Qué objetivos tiene para lograr la meta? ¿Quiénes le acompañan en esta obra? ¿Cómo se inició esta obra? Hay un hashtag #PerúUnidoPorElBicentenarioLaUniónHaceLaFuerza

Estamos a puertas del Bicentenario y la pregunta es: ¿Cómo vamos a celebrar este Bicentenario? ¿Realmente somos un país libre o seguimos arrastrando las cadenas de la esclavitud? Este contexto actual que estamos viviendo, que ya todos sabemos, no nos permite vivir este ambiente de fiestas por el Bicentenario; por ello estoy organizando esta iniciativa para unirnos como peruanos, voy a decir algo que va a sonar un poco raro, pero no solo quiero invitar a católicos y personas de fe, sino a todo hombre de buena voluntad, está completamente invitado a organizar una hermosa sorpresa por Fiestas Patrias, para nuestros hermanos que menos tienen, que no solo están pasando frío, sino que también están pasando hambre y otras necesidades . Por esta razón la campaña “Perú Unidos por el Bicentenario” tiene como objetivo realizar una gran sorpresa por fiestas patrias para 500 familias de escasos recursos.

Soy un Sacerdote Joven y con muchas ganas de ayudar a nuestros hermanos más necesitados, no tengo el apoyo de empresas e instituciones, sino de algunos fieles y amigos que se han puesto la camiseta de la caridad, para poder apoyar a quienes la están pasando muy mal por este tiempo de pandemia.  Por ello, te invito también a ti que estás leyendo estas líneas a unirte a esta bella causa.

¿Qué reflexión nos puede dejar para ver en el hermano, el rostro del cristo sufriente que espera de nosotros un pan, un vaso con agua, alimentos, palabras de aliento en medio de esta situación que nos divide y que son más bien usados para intereses particulares?

Cuando hablamos de ayudar a las personas, una de las alternativas más recurrentes es vincularnos a un proyecto de voluntariado, bien sea en nuestro país o en latitudes, culturas, territorios o continentes lejanos. ¿Te gusta la idea?

No obstante, no es necesario tomar la mochila y coger un vuelo hacia el otro lado del mundo para poner nuestro granito de arena. También puedes hacerlo a través de actos cotidianos y sencillos, pero con un inmenso valor humano. Puedes comenzar haciendo las siguientes tareas: donar artículos de primera necesidad, medicamentos, alimentos. Retribuir a quienes han hecho algo por ti en algún momento de tu vida, más allá de cuándo o de cómo lo han hecho. Alentar a quienes soliciten tu ayuda a buscar una vida digna. Un consejo, una recomendación o incluso una palabra pueden ser elementos que sirvan como guía a personas en situación vulnerable. Recuerda que tus conocimientos también son una fuente incalculable de solidaridad.  Por ello, no podemos quedarnos de brazos cruzados ¿Quién mejor que tú mismo para saber lo que necesitan las personas que comparten tus mismos espacios de convivencia?

El P. Paul impulsó por su zona, las confesiones delivery, que con la ayuda de su bicicleta, como único medio de transporte, le ayuda acercarse a los fieles, que por el temor de la pandemia han dejado de participar activamente en la parroquia. Con esta iniciativa el padre responde a los llamados de su feligresía para dar asistencia espiritual como los sacramentos de la confesión, la unción de los enfermos y la Eucaristía, y aprovecha en evangelizarlos.

Dato adicional:

Ayuda al P. Paul y participa del grupo que le acompañará para lograr la misión que beneficiará a muchos hermanos. Visita su fanpage https://bit.ly/35WfGgj

Descubre la manera de ser parte de la iniciativa https://bit.ly/3AamGUE y si deseas ser voluntario de esta gran obra puedes comunicarte con él al celular 913094783.

Por Cathy Calderon Ventocilla