Papa estrena nuevo automóvil ecológico para salvar el planeta
La Ciudad del Vaticano busca convertirse en uno de los primeros Estados del mundo en consumir únicamente energías renovables. Como parte de este proyecto, aún en fase experimental, la Santa Sede acaba de recibir de la empresa Nissan y sin costo, un auto eléctrico, cuyo funcionamiento permitirá estudiar la incidencia real de esta medida destinada a lograr una movilidad libre de emisiones.
El objetivo es conseguir que el Vaticano cumpla con los objetivos señalados en la encíclica Laudato Si’ sobre el medioambiente y la sostenibilidad.
Jochen Wermuth, jefe de la oficina de inversión de Wermuth Asset Management, la empresa que se encarga de asesorar al Vaticano en la implementación de estas medidas, aseguró que “el hecho de que el Papa comience a utilizar un auto 100% eléctrico es una gran noticia para el mundo”.
Esto, dijo Wermuth, “supone un ejemplo para otros jefes de Estado y para todos en el mundo futuro. En la actualidad no sólo se trata de una decisión moralmente correcta, sino que incluso es más barato tener un coche eléctrico en vez de uno de combustión”.
Wermuth fue quien ofreció al Santo Padre la posibilidad de tener el auto eléctrico de la firma Nissan, para lo cual le dio al Pontífice la oportunidad de escoger entre un Tesla Model S y un Leaf. El Papa optó por el segundo, declaró al medio alemán Spiegel y Wermuth mismo lo llevó al Vaticano.
La actualización del parque automovilístico vaticano con coches eléctricos no es la única medida de la Santa Sede destinada a lograr una movilidad ecológicamente sostenible.
En las calles del pequeño Estado Vaticano ya circulan bicicletas eléctricas donadas por la empresa florentina NWG, especializada en las energías renovables.
El Papa Francisco ha mostrado en numerosas ocasiones su preocupación por el medio ambiente y su compromiso con el desarrollo sostenible. En su encíclica Laudato si’, del 24 de mayo de 2015, el Pontífice reflexiona sobre la creación y llama a cuidar el medio ambiente y el planeta, la casa común.
En este sentido, la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales organizó en el Vaticano una conferencia con el tema “Extinción biológica. Cómo salvar el medioambiente natural del cual dependemos”.
En las conclusiones a las que llegaron los diferentes expertos que participaron en la conferencia, se destaca la necesidad de “buscar nuevos modos de trabajar juntos para construir un mundo sostenible, estable y sustentado en la justicia social”.
“En el pasado, la raza humana ha experimentado graves amenazas locales, pero las amenazas ahora son a nivel global. Para resolver nuestro dilema común, debemos aprender a apreciarnos los unos a los otros, a colaborar y a construir puentes en todo el mundo a niveles hasta ahora inimaginables”, indicaron.
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