En las catacumbas de San Calixto está el testimonio más antiguo del uso de la palabra papa referida al obispo de Roma. Papa, que su supuesto significado sería “Apóstol Pedro tomo el poder” (Petri Apostoli Potestatem Accipiens). Esta interpretación está bien lejos de ser correcta, como también la interpretación del juego de palabras Pater Patrum (padre de los padres), que sería una descripción posterior del oficio papal.

Desde el punto de vista histórico-etimológico, el término papa sin embargo no es un acrónimo, sino una palabra de origen griego.

El vocabulario griego la define como padre, papá en sentido familiar y afectuoso. Es el término usado en los primeros siglos del cristianismo para dirigirse a los miembros del clero y sobre todo a los obispos, solamente en un segundo momento hacia el siglo IX se convierte en exclusivo del obispo de Roma: de padre en sentido específico, el padre de Roma.

Aunque son varios los títulos del papa: sumo pontífice, obispo de Roma, sucesor de Pedro, patriarca de Occidente, primado de Italia, lo teológicamente verdadero y del que derivan todos los demás es Obispo de Roma, y por tanto heredero y sucesor de Pedro y cabeza del colegio apostólico.