Primera forma para descalificar a la Iglesia: las falacias

Existe una forma muy extendida de llevar a cabo este proceso de desprestigio a la Iglesia: a través de las falacias. La falacia (fallacia, engaño) presenta un argumento como válido cuando no lo es, basándose en un error lógico. Por ejemplo decir: «La gente honrada está en libertad… Yo estoy en libertad…. Por lo tanto, soy honrado». Hay, como se ve, un error en la lógica que lleva a que la conclusión no sea correcta, puesto que en el ejemplo visto, hay gente honrada en prisión y gente deshonesta que no ha sido descubierta, y está en libertad. Entonces, un argumento puede tener premisas válidas, pero sus conclusiones ser falaces (falsas). Ya Aristóteles había descifrado 13 clases de falacias en tus Refutaciones sofisticas. Veamos algunos tipos de falacias:

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  1. Etiquetaje: Se generaliza uno o dos rasgos de algo y se hace de ello una definición. Ejemplo: Juan salió desaprobado en matemática el mes pasado, y ahora le fue mal en química. CONCLUSION: Juan es bruto (la conclusión es una falacia, está errada)
  2. Generalización: Se pasa sin fundamento de lo particular a lo general. Ejemplo: Juan dio mal su charla. CONCLUSION: Juan siempre dará charlas malas (la conclusión es una falacia, está errada)
  3. Polarización: Juzgar una realidad de modo radical y simplista. Ejemplo: Juan es una mala persona. CONCLUSION: De Juan nunca se esperará nada bueno (la conclusión es una falacia, está errada)
  4. Falsa oposición: Se oponen realidades que no lo son en sí. Ejemplo: Si Juan sirve la mesa, Juan no puede estudiar (la conclusión es una falacia, está errada)
  5. Relativización: Se resta importancia a algo mediante un simplismo. Ejemplo: Juan te pegó, pero no es para tanto (la conclusión es una falacia, está errada)
  6. Falsa causalidad: Se atribuye a algo una causa sin tener fundamento. Ejemplo: Juan me llamó la atención después de conversar con Rosa. CONCLUSION: Debe ser que Rosa me odia (la conclusión es una falacia, está errada)
  7. Por la autoridad: Darle valor a algo solo por lo dicho por alguien. Ejemplo: Es cierto lo que se dice de Rosa, porque Juan lo ha afirmado (la conclusión es una falacia, está errada)
  8. Desviación: Atraer la atención hacia otro tema para excusarse. Ejemplo: ¿Por qué critican a Juan por llegar tarde a clase? Al final lo importante es esforzarse (la conclusión es una falacia, está errada)
  9. Racionamiento emocional: A partir de una resonancia emocional se saca una conclusión. Ejemplo: A Juan no le gusta este colegio; creo que este colegio es malo (la conclusión es una falacia, está errada)
  10. Personalización: Todo lo centra en uno mismo. Ejemplo: Juan llegó tarde porque seguro quería perjudicarme (la conclusión es una falacia, está errada)
  11. Interpretación del pensamiento: Se cree saber y adivinar lo que el otro piensa. Ejemplo: Juan hizo ese comentario para incomodarme (la conclusión es una falacia, está errada)
  12. Argumento ad hominem: Responder a un argumento atacando al que lo dio. Ejemplo: Juan dice que Rosa es inocente, pero no se le puede creer a Juan porque él es también un mentiroso (la conclusión es una falacia, está errada)

Visto este breve listado no es de extrañar que reconozcamos aquí varios argumentos que el pensamiento único usa al referirse a la Iglesia para querer, con falacias, descalificarla. Veamos algunos ejemplos:

  1. Como unos cuantos sacerdotes han abusado sexualmente de menores, todos los sacerdotes son abusadores y hay que tener cuidado de ellos.
  2. Algunos miembros de la Iglesia persiguieron a Galileo, eso quiere decir que la Iglesia siempre se ha opuesto a la ciencia
  3. Si siguen el celibato los sacerdotes, nunca serán felices
  4. Vi en una película que la Iglesia perseguía a los que no piensan como ellos; entonces la Iglesia es mala y represora
  5. La Iglesia tiene bienes artísticos, y éstos son costosos; debería venderlos para darle de comer a los pobres

2El pensamiento único busca descalificar a la Iglesia y usa las falacias como un medio cotidiano, ya sea a través de ciertos medios de comunicación para generar ideas y masificarlas, o desprestigiando a miembros de la Iglesia sin fundamento, o generalizando errores auténticos de unos pocos y atribuyéndolos a todos, para de alguna forma hacer ver que no tiene, la Iglesia, autoridad para unirse a la sociedad en la búsqueda de la verdad. Se le ataca, se le difama, se le sanciona moralmente y se le obliga a no estar presente en la sociedad.

Pero si queremos buscar la verdad juntos como sociedad, se requiere de un diálogo auténtico, donde nadie de buena voluntad quede excluido. Todos tenemos derecho a dar nuestras opiniones. También la Iglesia.