Perú Católico, líder en noticias.– Perú Católico, líder en noticias rumbo al Bicentenario de la Independencia. Este artículo es escrito por el Doctor e Historiador José Antonio Benito.

Georges Bernanos, escribió que “al mundo lo salvan los niños, los poetas, los santos”. Melgar fundió en su persona estos tres personajes. Conservóe siempre la sencillez y capacidad de admiración del niño, la pasión amorosa del poeta y ofreció su vida por Dios y por tu patria con la pureza generosa de un mártir y santo. Arequipa lo ha agradecido con creces y hoy podríamos decir que la Blanca Ciudad es la Ciudad de Melgar. Lo proclaman sus distritos, calles, plazas, equipos de fútbol, salas de cultura…Y, con innegable acierto, la UNSA y “El Pueblo” publicaron su “Poesía Completa”.

Nacido en agosto de 1790 en el seno de una familia numerosa (8 hermanos del primer matrimonio de su padre; 10 hermanos de padre y madre), estudió sus primeras letras en el prestigioso colegio de san Francisco y desde 1798 a 1810 se forma en profundidad en el Seminario Diocesano de San Jerónimo, cuyo timón con nuevo brío guiaba el ilustrado prelado Chávez de la Rosa; allá sigue todos los cursos, llegando a regentar las cátedras de Latinidad, Retóri­ca, Matemáticas y Filosofía. Poseía, además, conocimientos musicales y parece que tocó los órganos del monasterio de Santa Teresa y de Cayma; pulsó  las cuerdas de la guitarra y pintó cuadros con verdadero arte.

Amó con pasión a Melisa, Manuelita Paredes Guillén, y a Silvia, María Santos Corrales. Un 3 de agosto de 1814, a sus 24 años, Pumacahua secunda la revuelta preindependentista de los Hermanos Angulo en el Cuzco. Melgar no se lo piensa dos veces y, a pesar de estar descansando en Majes de sus desengaños amorosos, se apresta a la lucha. Cae prisionero y el 12 de marzo de 1815 muere fusilado.

En muy poco tiempo llenó mucho; su forma­ción cultural, su sensibilidad poética plasmada en los yaravíes, su generosidad comprometida, su sentido de hermandad (“Diremos: es mi Patria el globo entero; Hermano soy del indio y del ibero”- cantas al final de tu oda “A la libertad”), tiene mucho que decir a nues­tros jóvenes.

Yo les invito a enfrascarse en tus poesías para que se “enganchen” con su mensaje vital y poética.

Admirado Melgar, te fuiste cuando tantas esperanzas se cifraban en ti; ojalá que la lectura de tus poemas nos ayuden a seguir tu senda, hoy cuando ¡queda tanto por hacer!

Les comparto el inicio de una de ellas, la oda II, dedicada a la libertad:

Por fin libre y seguro
Puedo cantar. Rompióse el duro freno,
Descubriré mi seno
Y con lenguaje puro
Mostrará la verdad que en él se anida,
Mi libertad civil bien entendida.

Oíd: cese ya el llanto;
Levantad esos rostros abatidos,
Esclavos oprimidos,
Indios que con espanto
Del cielo y de la tierra sin consuelo,
Cautivos habéis sido en vuestro suelo.

Oíd: patriotas sabios,
Cuyas luces doblaban el tormento
De mirar al talento
Lleno siempre de agravios;
Cuando debiera ser director justo
Y apoyo y esplendor del trono augusto.

Oye, mundo ilustrado,
Que viste con escándalo a este mundo
En tesoros fecundos
A ti sacrificado,
Y recogiendo el oro americano,
Te burlaste del preso y del tirano.

Despotismo severo,
Horribles siglos, noche tenebrosa;
Huid. La India llorosa,
El sabio despreciado, el orbe entero,
Sepan que expiró el mal y que hemos dado
El primero paso al bien tan suspirado.

Compatriotas queridos,
Oíd también amigos europeos,
Que en opuestos deseos
Nos visteis divididos,
Oíd: acabe ya la antigua guerra,
Amor más que tesoros da esta Tierra.

so.

Foto del autor de esta sección y de este artículo: Doctor e historiador José Antonio Benito.

*No olvides de ingresar a este enlace en donde encontrarás todos los personajes que forjaron nuestra independencia: https://perucatolico.com/c/la-iglesia-ante-el-bicentenario/