Sor Ann Un Thawng es una religiosa que vive en Myanmar y que el domingo 28 de febrero se arrodilló ante las fuerzas del orden, rogó que no actuaran violentamente y evitó así una masacre de un centenar de personas que finalmente se refugiaron en su convento.

De rodillas y con lágrimas en el rostro, la religiosa de las Misioneras de San Francisco Javier rogó a las fuerzas del orden, que habían rodeado a un grupo de jóvenes que se manifestaba en contra del golpe de estado del 1 de febrero, y les dijo: “En el nombre de Dios, no tomen estas jóvenes vidas, tomen la mía”. Esto ocurrió en la localidad de Myitkyina, en la región norte de Myanmar.

Las Misioneras de San Francisco Javier son una sociedad misionera fundada a fines del siglo XIX en Goa (India) por el sacerdote José Mariano Bento Martins.

El domingo fueron arrestados al menos 50 jóvenes durante las protestas en Myanmar. Se calcula además que, a causa de la represión, murieron 18 personas en las manifestaciones realizadas en las ciudades de Yangon, Dawei, Mandalay, Myeik, Bago y Pokokku.

Solo con su sincero pedido, Sor Ann logró frenar a los militares que atacaban a los jóvenes. Es un modelo para la Iglesia en todo Myanmar. Y luego de haber calmado los ánimos, corrió a curar a los heridos”, dijo por su parte el joven Joseph Myat Soe Lat.

“El coraje de Sor Ann permitió que al menos 100 manifestantes encontraran refugio en el convento de las religiosas, mientras otros 40 heridos fueron conducidos a la clínica contigua donde fueron auxiliados”.