¿Sacerdotes romperían el secreto de confesión en Reino Unido?
Perú Católico, líder en noticias.– Abogados del Reino Unido han recomendado que sea obligatorio para los sacerdotes romper el secreto de confesión, como un mecanismo para combatir los casos de abuso sexual.
La recomendación surgió en el marco de una investigación a abadías benedictinas y sus escuelas asociadas, luego de que numerosas víctimas denunciaran que sacerdotes habían cometido abusos sexuales de niños en los centros educativos.
Richard Scorer, representante de la Investigación independiente sobre abuso sexual infantil (IICSA, por sus siglas en inglés), dijo durante una audiencia que los sacerdotes deberían romper el secreto de confesión e informar en casos de abuso sexual.
“Una ley de informe obligatorio habría cambiado su comportamiento”, dijo Scorer, de acuerdo al diario británico The Guardian.
“En la abadía Downside se descubrió el abuso pero no se reportó, y los abusadores fueron dejados libres para abusar otra vez y se hizo gran daño a las víctimas”.
“La Iglesia Católica pretende ser un faro moral para otros a su alrededor, pero estos abusos sexuales de sacerdotes la minan profundamente. ¿Por qué la tentación de encubrimiento de abusos ha sido particularmente aguda en organizaciones que forman parte de la Iglesia Católica Romana?”.
David Enright, abogado que representa a numerosas víctimas en la investigación, coincide con Scorer, y lamentó que “los temas revelados en confesión, incluyendo abuso de niños, no pueden ser usados” en los procesos legales.
“Uno no puede imaginarse un obstáculo más serio incrustado en la ley de la Iglesia Católica para lograr la protección de niños”.
El asunto del secreto de confesión a menudo surge durante casos de abusos sexuales en la Iglesia.
De acuerdo a la ley de la Iglesia, un sacerdote está bajo la obligación más grave de no revelar los contenidos de una confesión, o incluso si una confesión ocurrió, aún bajo amenaza de cárcel.
De romper el secreto de confesión, un sacerdote incurre en excomunión latae sententiae (automática).
En el párrafo 1467, el Catecismo de la Iglesia Católica explica el sentido del secreto de confesión: “Dada la delicadeza y la grandeza de este ministerio y el respeto debido a las personas, la Iglesia declara que todo sacerdote que oye confesiones está obligado a guardar un secreto absoluto sobre los pecados que sus penitentes le han confesado, bajo penas muy severas. Tampoco puede hacer uso de los conocimientos que la confesión le da sobre la vida de los penitentes”.
“Este secreto, que no admite excepción, se llama ‘sigilo sacramental’, porque lo que el penitente ha manifestado al sacerdote queda ‘sellado’ por el sacramento”, señala.
El Código de Derecho Canónico señala que “el confesor que viola directamente el sigilo sacramental, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica; quien lo viola solo indirectamente, ha de ser castigado en proporción con la gravedad del delito”.
En 2016, la Corte Suprema de Louisiana, en Estados Unidos, vio un caso similar, en que se le pidió a un sacerdote revelar los contenidos de una confesión de un menor.
En ese caso, la corte reconoció el derecho del sacerdote a guardar el secreto de confesión.
A inicios de este año, los obispos de Australia indicaron que se resistirían a la propuesta de la Comisión Real de castigar penalmente a sacerdotes que rompieran el secreto de confesión en casos de abusos de menores.
Al mismo tiempo que defiende el secreto de confesión, la Iglesia Católica reconoce al abuso de menores por parte de sacerdotes como algo criminal y gravemente pecaminoso.
En años recientes, el Vaticano aumentó sus esfuerzos para proteger a niños del abuso sexual. En 2001, la Iglesia emitió normas que fortalecen el trabajo de perseguir crímenes cometidos contra niños, exigiendo que las acusaciones de abusos sean remitidas a las autoridades civiles y a la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
En marzo de 2012, el Papa Benedicto XVI emitió lineamientos para evitar el abuso de menores e involucrar a los fieles como parte del trabajo de prevención de abusos.
El Papa Francisco ha continuado estos esfuerzos durante su pontificado, creando un grupo especial, dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, para que atienda los casos de los sacerdotes acusados de los crímenes más graves.
El Santo Padre también ha comenzado a estudiar la posibilidad de introducir en la legislación de la Iglesia el crimen de “abuso de autoridad”, para los obispos que no cumplen su responsabilidad de enjuiciar los abusos sexuales.
Adicionalmente a las medidas disciplinarias contra los abusadores, la Iglesia también ha trabajado al más alto nivel para llegar a las víctimas y brindarles consejería y apoyo.
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