San Miguel Arcángel, el capitán de la milicia de Dios y enemigo de satanás

La Santa Iglesia le otorga un alto lugar entre siete arcángeles y es uno de los tres que se mencionan en la Biblia (San Rafael, San Gabriel y San Miguel). Con su grito de guerra ¡Quién cómo Dios! dirigió la batalla espiritual contra satanás y sus ángeles rebeldes que se oponían a los planes de Dios.

El papa León XIII (1884) experimentó una visión terrible que le llevó a escribir una oración de intercesión a San Miguel Arcángel, que se invocaba en las misas antes de las reformas del Concilio Vaticano II:

San Miguel Arcángel defiéndenos de la pelea.

Sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio.

¡Reprímele Oh Dios como rendidamente te lo suplicamos!

Y tú, Príncipe de las Milicias Celestiales,

Armado del Poder Divino,

precipita al infierno a Satanás y todos los espíritus malignos

que para la perdición de las almas,

vagan por el mundo,

amén.

El origen de la oración se desprende del libro “Habla un Exorcista” del fallecido padre italiano Gabriel Amorth:

“El padre Domenico Pechenino escribe: «No recuerdo el año exacto. Una mañana el Sumo Pontífice León XIII había celebrado la santa misa y estaba asistiendo a otra, de agradecimiento, como era habitual. De pronto, le vi levantar enérgicamente la cabeza y luego mirar algo por encima del celebrante. Miraba fijamente, sin parpadear, pero con un aire de terror y de maravilla, demudado. Algo extraño, grande, le ocurría.» Finalmente, como volviendo en sí, con un ligero pero enérgico ademán, se levanta. Se le ve encaminarse hacia su despacho privado. Los familiares le siguen con premura y ansiedad. Le dicen en voz baja: “Santo Padre, ¿no se siente bien? ¿necesita algo?”. Responde: “Nada, nada.” Al cabo de media hora hace llamar al secretario de la Congregación de Ritos y, dándole un folio, le manda imprimirlo y enviarlo a todos los obispos diocesanos del mundo. ¿Qué contenía? La oración que rezamos al final de la misa junto con el pueblo, con la súplica a María y la encendida invocación al príncipe de las milicias celestiales, implorando a Dios que vuelva a lanzar a Satanás al infierno.»

El nombre del arcángel Miguel se menciona en Daniel 10, 13; 12, 1; Éxodo 23, 20 o en Apocalipsis 12, 7-9, con estas citas referenciales se cuenta con un enviado de Dios para que ayude a todo creyente en el combate espiritual contra los poderes diabólicos.

Se le representa vestido con armadura de guerrero o soldado de centurión, con el talón sobre la cabeza del ángel caído y con una espada. Cuenta su historia que se apareció en Irlanda, Inglaterra, Francia, Italia, Grecia, Israel y en México (Tlaxcala) en esta hay un santuario llamado San Miguel del Milagro, que es punto de devoción, al igual como en los otros países mencionados.