El pueblo de Dios se alegra cada vez que se anuncia nuevas vocaciones sacerdotales y al enterarnos que en la Arquidiócesis de Lima cuatro jóvenes aceptaron el llamado de Dios. ‘Perú Católico‘ se entrevistó con uno de ellos, el jovencito Diego Arias Vilela, de 24 años, aficionado al fútbol, le gusta montar bicicleta, es algo impaciente y renegón como el mismo se describe.

A la pregunta de cómo se decidió abrazar la vocación sacerdotal, él respondió que en un principio no fue fácil aceptar el plan de Dios, siempre le ponía excusas hasta que llegó el momento que no encontró justificación alguna frente al interrogante que empezó un 2018, “¿yo podría ser sacerdote?”, se recuerda.

Terminó de estudiar su carrera de Diseño Gráfico, trabajó como docente de religión, es catequista, acólito y persevera en la comunidad Sagrado Corazón de Jesús de la parroquia San Roque (Surco). Se puede decir que Dios ya lo tenía reservado a su Corazón, solo faltaba decisión, dejar a un lado sus proyectos para estar bajo la voluntad de Dios, como lo afirma durante la entrevista.

Uno de sus santos amigos es San Felipe Neri por la cercanía con las personas, con los niños y por el sentido del humor, si pues el jovencito es carismático que con facilidad consigue reír a las personas que le rodean.

Su familia está muy contenta con este gran paso que dará, por ahí con algunas preguntas naturales sobre la decisión tomada, pero Diego convencido de servirle a Dios como sacerdote. Hay una cita bíblica que le acompaña “Señor, tú sabes todo, tú sabes que te amo” y seguro que lo tendrá muy presente al igual cuando señala que en los últimos segundos de su vida quiere responder “Señor hice todo lo que pediste”.

Los cuatro jóvenes aspirantes ingresarán el lunes 11 de marzo al Seminario Santo Toribio de Mogrovejo para iniciar con su etapa de formación, que dura un promedio de siete años y Diego lo que pide a Dios es la perseverancia para responder al proyecto de Dios.

A los jóvenes que tienen esa inquietud por el sacerdocio, pero con los habituales temores. Diego les aconseja no tener miedo, que no estén probando si el agua esta fría o tibia, que se lancen, sobretodo que busquen ayuda de un sacerdote amigo para que les cuenten sus intenciones y sepan orientarlos.

Dios nunca deja de llamar solo espera que confíes en Él. Tú que has terminado de leer este artículo te pido que oremos por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y la perseverancia de los mismos.