Un día como hoy Santa Rosa de Lima falleció (24 agosto)

El 1 de agosto de 1617 comenzaron los intensos dolores de cabeza. Como dicen sus testigos, sentía “que por allí le prendía por él un puñal de fuego ardiendo que se lo atravesaban, y el brazo y todo”. 

“Retrato de Santa Rosa de Lima”, atribuido a Angelino Medoro (1567-1633)

Santa Rosa de Lima fue atendida por fray Juan de Lorenzana. Sin embargo, los dolores eran cada vez más intensos. Ella pedía que la dejen sola y no le hablasen. “Eran dolores del infierno”.

Ella soportó los dolores con paciencia y pedía a su esposo Jesús que le enviase más dolores y paciencia para soportarlos.

El domingo 6 de agosto, sufrió un ataque de hemiplejia, Rosa solo podía mover un lado de su cuerpo, el brazo y la pierna izquierda. Su boca se había torcido levemente. A pesar de la hemiplejia aun tenía lucidez y conocimiento.

El 17 de agosto, aumentaron los dolores de costado y se agravó la gota en el pie derecho. Su madre María de Oliva y su padre la visitaron.

Santa Rosa quiso como última voluntad ser amortajada con el hábito dominico.

El 21 de agosto recibió la extremaunción, ofreció su sortija a Micaela de la Maza. Tenía lucidez y recibió la visita del médico Juan del Castillo.

El 23 de agosto recibió la visita de su confesor fray Juan de Lorenzana y se despidió de él pidiéndole su bendición. En sus últimos momentos bendijo a los esposos Gonzalo de la Maza y su esposa María Uzátegui, también bendijo a sus hijos y a los sirvientes negros que servían a la familia.“Pidió entonces Rosa le quitasen “las almohadas en que estaba incorporada, y se hizo arrimar a la madera de la cama” (posiblemente al espaldar de ésta) y estando su hermano Hernando junto a ella, teniéndole el brazo, se volvió a él y le dijo: “bien se puede sacar  [ir de allí], hermano, que ya no es menester”. Según el propio Hernando Flores la frase fue pidiéndole “que se vaya, que ya está acabado”. Aún tuvo fuerzas para persignarse con sus dedos pulgar e índice cruzados, que “se signó en la frente, en la boca y  en los pechos”. Entonces sobrevino el paro cardiaco, porque hubo una brevísima pausa y luego exclamó: “Jesús sea conmigo” y expiró: era el jueves 24 de agosto de 1617.” (José Antonio del Busto Duthurburu. Santa Rosa de Lima.)

BIBLIOGRAFÍA

BUSTO DUTHURBURU, José Antonio del. Santa Rosa de Lima (Isabel Flores de Oliva) Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. 2006