‘Virgen de Chapi’: la mamita, reina y patrona de la ciudad blanca

En el valle de Chapi,  60 km al sur de la ciudad de la ciudad de  Arequipa, es venerada la imagen de Nuestra Señora de la Purificación o Candelaria; también conocida como la Virgen de Chapi.
La tradición relata que la imagen de dicha virgen fue hallada por primera vez en un cerro aledaño a un poblado de nombre Churajón. Luego debido a un terremoto ocurrido en el año de 1743, la imagen fue trasladada desde el caserío de Paranay hasta el antiguo valle de Chapi, a 4,6 km del actual santuario conocido como Chapi Viejo.
Como la ermita que albergaba a la imagen de Chapi estaba casi abandonada, el párroco  de Pocsi ordenó en 1793  trasladar la imagen hacia Sogay. Entonces, en algún momento del traslado, los cargadores no pudieron  levantar la imagen, por más esfuerzos que hicieron. Lo cual fue interpretado que la Virgen quería ser venerada desde entonces donde se quedó.
Desde ese momento, la noticia de la Virgen de Chapi se extendió más allá de Arequipa, surgieron devotos y en romería iban a visitarla. En 1868, un terremoto trajo abajo la ermita de la Virgen y entre los escombros se encontró su imagen intacta. Por ello, se edificó una modesta capilla.
Después, el 12 de febrero de 1893 se empezó a edificar un nuevo templo. El cual la virgen protegió; primero hizo que los obreros descubrieran una cantera de sillar y luego hizo brotar de un peñasco agua para los trabajadores.
Cuando se supo de todos estos hechos, la virgen atrajo una infinidad de peregrinos que frecuentaban el lugar de la construcción del templo. El actual santuario se terminó de construir en 1967. La fiesta de la virgen se celebra el dos de febrero, día de la Purificación o Candelaria. La Virgen de Chapi es la gran devoción mariana, no sólo de Arequipa, sino de gran parte del  Perú.