Perú Católico, líder en noticias rumbo al Bicentenario de la Independencia. Este artículo es escrito por el Doctor e Historiador José Antonio Benito.

Cada vez hay mayor acuerdo en señalar el proceso independentista no tanto como una guerra entre España y el Perú, sino como un conflicto civil acerca de lo que había de hacerse si seguir unidos a España o separarse. De una y otra parte hubo peruanos y españoles, de ahí que en las guerras independentistas hubiese hermanos en ambos bandos.

Es bien significativo lo que sucedió la mañana de la inolvidable jornada de Ayacucho y que nos comparte del historiador José Antonio del Busco:

“A las 8 de la mañana el general realista Juan Antonio Monet llamó al patriota José María Córdoba con quien había conversado la víspera y le preguntó si habría in conveniente en que los jefes y oficiales que tenían hermanos y parientes en el opuesto campo se viesen y abrazasen antes de la batalla. Convino en ello Córdova, con la venia de Antonio José Sucre y hubo entonces escenas conmovedoras. Ante tan bello y doloroso espectáculo preguntó Monet al general de la República si no sería posible acabar con la guerra y evitar por humanidad el derramamiento de sangre. Córdova le contestó que no había nada más fácil: bastaría que España reconocieses la independencia de América. Inaceptable como resultaba a la condición, no hubo más conversación al respecto.” (J. A del Busto, Compendio de Historia del Perú, Studium, Lima, 1988, 375-6

Parodiando el célebre saludo de los gladiadores romanos “ave Caesar, morituti te salutan” (ave César, los que van a morir te saludan), podíamos decir: antes de pelearnos y matarnos como enemigos, nos abrazamos como hermanos.

El historiador César Belan Alvarado, docente del Departamento de Humanidades de la Universidad Católica San Pablo, publicó en  Arequipa, 27 de enero de 2021 un curioso relato acerca de la sorpresiva historia de ver enfrentados en la Guerra de Independencia -en Ayacucho- a dos hermanos -Leandro y Ramón Castilla-, uno en el bando patriota y otro en el realista.  https://ucsp.edu.pe/sangre-de-hermanos-enfrentamiento-independencia-nacional/

Tanto el futuro presidente del Perú, Ramón Castilla, como su hermano mayor Leandro se enrolaron en el ejército realista en 1812, a los 15 y 17 años, respectivamente, y en 1813, combatieron a los insurgentes chilenos en la batalla de Rancagua y en Chacabuco. Como resultado de la misma, fueron apresados y enviados al presidio de Las Bruscas, en Buenos Aires. De allí escaparon a Montevideo y a Río de Janeiro., atraviesan la selva brasileña con dirección hacia el Alto Perú, para llegar finalmente Lima, con el objetivo de reintegrarse a las tropas reales.

En aquel momento, se dio el motín de Aznapuquio, por el que un grupo de militares liberales derrocó al Virrey Pezuela, en 1821, en el momento preciso en que las huestes de San Martín avanzaban desde el norte del Perú hacia Lima. La sierra continuaba siendo realista, incluyendo Arequipa y Cuzco. Sin embargo, La Serna y los liberales que estaban a la cabeza del ejército del Rey, simpatizaban más con San Martín –y luego Bolívar– que con su propio gobierno. Todavía, en ese complejo momento, los dos hermanos Castilla eran realistas.

Poco antes de Ayacucho, en 1824, parece que Ramón Castilla, que a la sazón estaba encargado de la caja de caudales de su regimiento y padecía del vicio del juego, se jugó los fondos que debía custodiar y los perdió, motivo que le llevó  a desertar y pasarse al ejército patriota, enfrentándose a su hermano Leandro que seguirá fiel al ejército realista. Las crónicas cuentan que Leandro y Ramón se vieron, quizás por última vez, antes de la batalla, y se abrazaron como muchos otros antes de iniciarla. Después de la derrota realista, Ramón se quedó en el Perú para, posteriormente, convertirse en presidente. Leandro pasaría a España, donde lucharía muchas veces más por la monarquía como brigadier. Participaría en la Primera Guerra Carlista bajo el lema de “Dios, Patria y Rey Legítimo” y las banderas de Carlos María Isidro de Borbón hasta las postrimerías de la resistencia legitimista en 1840, muriendo en París.

Lo ocurrido con los Castilla sucedió en otros casos como el del teniente coronel patriota Pedro Blanco, futuro presidente de Bolivia, y que deseaba abrazar a otro Blanco, hermano suyo, jefe de un cuerpo de caballería del Ejercito Real del Perú. El brigadier Antonio Tur pasó también a ver a su hermano y todos se abrazaron derramando lágrimas”.  Hermanos divididos como Melchor e Ignacio Álvarez Thomas (un general realista que sofocaría las insurrecciones en México, y un soldado patriota que terminó siendo Dictador Supremo del Río de la Plata), o Pío y Domingo Tristán (general realista que llegó a ser Virrey interino del Perú, y un oficial del ejército de San Martín, respectivamente).

Foto del autor de esta sección y artículo: Doctor e historiador José Antonio Benito Rodríguez.

*No olvides de ingresar a este enlace en donde encontrarás todos los personajes que forjaron nuestra independencia: https://perucatolico.com/c/la-iglesia-ante-el-bicentenario/