Los sacerdotes son hombres elegidos por Dios para este ministerio, que también son tentados y cometen pecados. Por ello, como comunidad debemos orar siempre por su fidelidad a su vocación. Este texto destaca la importancia de los sacerdotes en la vida espiritual de los católicos, especialmente en la celebración de los sacramentos, la pastoreo de la comunidad y su papel como representantes de Cristo. Se enfatiza que los sacerdotes, como cualquier persona, tienen necesidades, preocupaciones y tentaciones, y requieren apoyo para cumplir su labor fielmente.

Se sugieren cinco formas de apoyar a los sacerdotes:

  1. Cultivar una buena amistad con ellos, mostrando interés y cercanía.
  2. Mantener siempre el respeto hacia su persona y su función religiosa.
  3. Ofrecer consejo de manera caritativa y prudente cuando sea necesario.
  4. Evitar criticarlos y en su lugar, orar por su santificación.
  5. Ofrecer ayuda práctica en cuestiones relacionadas con la parroquia y estar disponibles para escuchar y brindar apoyo emocional.

Se resalta la importancia de comprender las necesidades y desafíos que enfrentan los sacerdotes, y la importancia de brindarles apoyo y solidaridad en su labor pastoral.