¡Beatificación! Juez Rosario Livatino, ejemplo de coherencia, será beato

El Papa Francisco autorizó, el pasado 22 de diciembre, entre otros decretos la promulgación para proceder a la beatificación del juez Rosario Angelo Livatino. El padre Giuseppe Livatino postulador de la causa de beatificación señaló a ACI Stampa que “los cristianos de hoy, más que de ‘santitos’, tienen una urgente necesidad de testimonios creíbles. Y Rosario lo es. Ha construido su fe poco a poco, edificándola sobre una profunda humanidad. Y esta riqueza la ha colocado íntegramente en su delicada profesión de magistrado”.

Con Livatino conocido como el “juez muchacho”, la Iglesia contará con el primer fiscal beatificado, ya el Santo Padre en su momento señaló que “es un ejemplo no solo para los magistrados, sino para todos los que trabajan en el campo del derecho: por la coherencia entre su fe y su compromiso con el trabajo, y por la actualidad de sus reflexiones”.

Livatino fue asesinado por la mafia siciliana en el trayecto de su ciudad natal Canicatti (Italia) a Agrigento, el 21 de setiembre de 1990. Sus criminales lo conocían como “el santurrón” porque era un asiduo frecuente a la Iglesia de su pueblo y con fuertes convicciones religiosas por lo que no había forma de acallarlo por medio de la corrupción.

Con solo 27 años de edad inició su carrera en la Fiscalía de Agrigento, en la que tomó medidas de confiscación de bienes para combatir el crimen organizado en Sicilia hasta que a la edad de 38 años se apagó su vida, por manos de sicarios intolerantes al toparse con un joven insobornable por su misma fe.

Por otro lado, entre los decretos autorizados por el Papa Francisco, aparte del próximo beato Livatino, se encuentran las virtudes heroicas de 7 nuevos venerables Siervos de Dios. Los españoles Obispo Vasco de Quiroga (1470-1565) y el sacerdote diocesano Antonio Vicente González Suárez (1817-1851); los italianos el obispo Bernardino Piccinelli (1905-1984), el sacerdote diocesano Antonio Seghezzi (1906-1945), el sacerdote diocesano Bernardo Antonini (1932-2002) y la religiosa profesa Rosa Staltari (1951-1974); asimismo el polaco sacerdote profeso Ignacio Stuchlý (1869-1953).

Por Cathy Calderón