Celebramos a San Francisco de Sales, patrón de la prensa católica
San Francisco de Sales. Obispo y Doctor de la Iglesia. Titular y Patrono de la Familia Salesiana. Santo Patrono de los Escritores y Periodistas.
Nacido en 1567 en Thorens cerca de Annecy (hoy Francia), y perteneciente a una familia de nobles, Francisco de Sales era el hijo mayor de trece hermanos. Comenzó su educación en la escuela capuchina de Annecy, y a la edad de 15 años viajó a la ciudad de París para estudiar en la escuela Jesuita de Clermont.
Al terminar sus estudios en París, San Francisco de Sales fue a la Universidad de Padua, siguiendo la voluntad de su padre, para convertirse en abogado. Sin embargo, no solo estudió leyes, sino que también hizo el Doctorado en Teología, y gradualmente fue alimentando su deseo de convertirse en sacerdote. Solo cuando era ya un hecho cumplido, le participó a su padre esta decisión.
Dos incidentes durante su estadía en Padua son dignos de ser contados: En una oportunidad es atacado por varios estudiantes para tratar de humillarlo por ser tan piadoso. Pero como en París había aprendido muy bien el arte de la esgrima, los derrota con su espada pero los deja ir ilesos. En una segunda oportunidad los estudiantes corrompidos preparan a una mujer para que con pretexto de visita de estudios tentara a Francisco. Este la hace salir huyendo avergonzada de haberse atrevido a tratar de hacer pecar a una persona que vivía su convicción.
Estos dos hechos se hicieron muy conocidos en toda la ciudad, y en el día en que la Universidad le confirió el doble doctorado en Derecho y Teología, el Rector lo elogió públicamente por tan valientes actitudes.
Así, en 1593 fue ordenado sacerdote y gracias a la influencia de su padre, le fue otorgado el cargo de Proboste (superior) de su Capítulo, era una práctica normal darle a los miembros de familias nobles altos cargos eclesiásticos.
Sus cualidades mentales y espirituales lo llevaron a una de las misiones más difíciles; a trabajar en la región de Chablais cerca del lago de Ginebra. El obispo lo envía de misionero a esta región recién regresada al Ducado de Saboya después de 60 años en manos de Calvinistas. Allí al principio es fuertemente rechazado.
Francisco de Sales se destacó por su vocación y compromiso incansable de comunicar la verdad de la fe a través sus escritos sencillos y a mano que los distribuía casa por casa.
Conocido también como el Santo de la Amabilidad, pues consideraba que «la mejor manera de predicar a los herejes es el amor, aún sin decir una sola palabra de refutación contra sus doctrinas».
Cada madrugada pasa de casa en casa echando por debajo de la puerta de los hugonotes hojas escritas con las enseñanzas católicas. Y es tal su oración, su sacrificio y su constancia y sabiduría para enseñar, que a los pocos años logra convertir a los 72.000 protestantes de esa región al catolicismo.
San Francisco se ganó la reputación de ser sensible, cortés y un evangelizador exitoso. Como consecuencia de esto, fue nombrado Obispo Coadjutor de Ginebra y posteriormente, Obispo de Ginebra el 8 de Diciembre de 1602.
La visión de su papel como Obispo estaba marcada por los decretos reformistas emanados del Concilio de Trento (1545-1563) así como por la influencia recibida durante su etapa de formación (la espiritualidad Jesuítica entre otras) , la vocación a la Virgen María inculcada por su madre, y lo aprendido en su trato con los Calvinistas.
Primordialmente, San Francisco fijó su misión en guiar a las personas a una vida espiritual dentro de una relación íntima con Dios. Muchas de sus prédicas y escritos están guiados hacia este propósito, particularmente a trabajar en dirección a la espiritualidad.
Su trabajo en ese sentido, dio origen a la publicación del gran clásico «Introducción a la Vida Devota». También publicó otro libro el cual lo hizo merecedor al título de «Doctor de la Iglesia», llamado «Tratado del amor de Dios». De la misma manera escribió más de mil cartas espirituales. Se propuso predicar y escribir de manera tan sencilla que hasta las personas más humildes y pobres lo entendieran.
Todos estos trabajos se fundamentan en la doctrina que establece que la vida espiritual no es solamente para los religiosos y para el clero, sino para todo el mundo. Es por esta razón que San Francisco es visto como el primer gran escritor desde el tiempo de los apóstoles al preocuparse de la espiritualidad de los laicos.
San Francisco consideraba una herejía el decir que una persona no pudiera conseguir la santidad y la vida santa mediante la gracia de Dios.
Es por esta razón que San Francisco de Sales es no sólo el patrono de los escritores y periodistas sino también el patrono de la espiritualidad y el apostolado de los laicos. Esto último se evidencia en la gran influencia que tiene en la Sociedad de San Vicente de Paul.
Por último, su sensibilidad ecuménica y su personal gentileza aunados a su sentido común para rechazar las posiciones extremas de la vida espiritual de los laicos, lo han llevado a ser descrito como El Santo de la Amabilidad.
San Francisco fallece a los 56 años en la ciudad de Lyon el 28 de Diciembre de 1622. Fue canonizado en 1665, por el Papa Alejandro VII, y su fiesta litúrgica se celebra el 24 de enero. Por esta razón, el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales institucionalizó esta fecha para hacer público el Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
Fue declarado Santo en 1675 y Doctor de la Iglesia en 1877. Posteriormente en el año 1923 se le nombró patrono de los periodistas y escritores católicos.
San Juan Bosco se inspiró en su apostolado, en la amabilidad de su bondad y en su humanismo, y lo adoptó como titular y patrono de la Sociedad Salesiana. Agencia Católica de Informaciones.
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