Hermosa composición de la Historia del Señor de los Milagros del Perú
A mediados del siglo XVII, en el barrio de Pachacamilla los negros mandaron pintar una venerable imagencilla
El motivo más conmovedor fue ver a Jesús Crucificado de aquella fiel devoción que después todos propagaron
El sitio destinado a la imagen fue un rústico y austero muro del galpón donde se congregaban los negros con deseo puro
Prepararon aquellos adobes con sencilla capa de cal donde después encontraron la imagen a venerar
En el centro del motivo el Señor Crucificado a sus pies la Magdalena y la Madre a su costado
El autor de la pintura fue el negro Pedro Dalcón a quien también llaman Benito en especial significación
Fueron pasando los años y la pintura permaneció soportando a la intemperie la lluvia, el frío y calor
Aquella cofradía de negros fue quedando en el olvido el lugar de reuniones y el Cristo allí bien asido
En un fuerte terremoto que a Lima destruyó el 13 de noviembre el Cristo permaneció
Pero nadie puso cuidado del prodigio allí ocurrido el tiempo siguió pasando y el Señor en el olvido
Más Dios sopló en la mente de don Antonio de León quien de nuevo se propuso recuperar la devoción
Antonio un día caminaba y se fijó en el Señor quien parecía decirle que le prestara atención
Lleno de fe y de piedad aquel lugar vino a limpiar procurando para flores y luces de adobes un pequeño altar
Dios en agradecimiento le salvó de un tumor maligno segundo milagro efectuado que corrió cual bello himno
Antonio muy convencido divulgó el milagro obrado y mucha gente le siguió venerando al crucificado
Al Él acudían de noche con el Salmo Miserere acompañando con música las plegarias de la plebe
Pero al Cura de San Marcelo no le agradó aquella estampida le molestaba la gente que estaba allí reunida
Por eso decidió intervenir apoyándose en autoridades para la pintura destruir y así acabar sus anales
Con el valor conseguido fijaron fecha de ejecución borrarían la bella imagen sin ninguna discusión
Aquel cuatro de septiembre fueron las autoridades y al hallar gran gentío tuvieron por malos a tales
Tal vez doscientas personas agrupadas en torno a la imagen cantaban con instrumentos sin pretender les quitasen
La comisión demoledora llegó en días posteriores pretendiendo eliminar la pintura y sus honores
Un grupo de curiosos se acercó a presenciar cómo un tal pintor fogoso la pared quería picotear
Pero su mano inflexible y su cuerpo sin motivo se desprendió de lo alto sin explicar lo ocurrido
Pensaron que era normal un accidente cualquiera pero después de recuperar no pudo efectuar la quimera
Buscaron un segundo varón que pudiera borrar la pintura pero tampoco logró ejecutar picadura
La gente al instante captó que al no poder ellos dos borrar la sagrada imagen no era voluntad de Dios
Pero un tercer voluntario animado por la paga se ofreció a desmoronarlo sin pensar lo que le esperaba
Ascendiendo a la escalera vio al Cristo cómo cambiaba sus colores se avivaron su figura transfiguraba
No sufriente el testimonio una lluvia muy densa caía desistieron del propósito prodigioso fue aquel día
El suceso bien se extendió hasta el punto de solicitar el traslado de la imagen a la parroquia San Sebastián
En la fiesta de la cruz se celebró la primera misa frente a la imagen milagrosa con piedad y sin prisa
La autoridad eclesiástica procuró organización nombrando un mayordomo de la creciente devoción
Se aceleró la construcción de la pequeña capilla del Señor de los Milagros en el barrio Pachacamilla
Fueron varios mayordomos los que con fe actuaron en pos de la iglesilla que poco a poco lograron
El más notable de ellos fue Sebastián de Antuñano quien con presteza culminó aquel templo deseado
Un segundo terremoto animó a la feligresía a sacar en procesión al Señor con algarabía
Para ello bien se dispuso una copia fiel en detalles y el Señor de los Milagros se trasladó por las calles
Desde aquel glorioso día la fe se fue propagando y Jesús Crucificado milagros estuvo obrando
Esta es la historia limeña de una imagen sin igual que todo piadoso peruano se dispone a venerar
Octubre es el mes morado de singular piedad y honor donde se exaltan agraciados los Milagros del Señor
La información básica utilizada para realizar esta breve historia del Señor de los Milagros se ubica en las páginas 233 a la 236 del libro “Cronistas de Convento y Cronistas Misioneros”, de Francisco Carrillo, quien a su vez cita como lectura complementaria un texto tomado del libro “Historia de la Iglesia en el Perú”, tomo III, de Rubén Vargas Ugarte.
Por Pedro García Barillas
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