Papa Francisco reflexiona: ¡Cómo nos gusta ‘despellejar’ a los demás!

El Papa Francisco reflexionó en el Ángelus del domingo 23 de julio sobre la parábola del trigo y la cizaña, instando a reconocer que el bien y el mal coexisten en el mundo, en los corazones de las personas y en la relación con los demás.

Desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre explicó que Jesús habla de un mundo similar a un gran campo donde Dios siembra trigo y el maligno siembra cizaña, y ambos crecen juntos. A veces, es tentador querer eliminar el mal de forma precipitada, pero esto puede tener efectos negativos y dañar también lo bueno.

El Papa enfatizó que cada persona tiene un campo en su corazón donde también coexisten el bien y el mal, y es allí donde se puede intervenir directamente. Invitó a realizar un examen de conciencia diario para reconocer lo bueno y lo malo que crece dentro de cada uno y tomar decisiones en consonancia con la bondad.

Además, mencionó un tercer campo, que es el prójimo, es decir, las personas con las que nos relacionamos diariamente y a menudo juzgamos con facilidad. Animó a aprender a ver la belleza de lo que Dios ha sembrado en los demás y en nosotros mismos, y a buscar siempre lo bueno en ellos.

El Papa Francisco concluyó pidiendo la ayuda de la Virgen María para que todos puedan cultivar con paciencia lo que Dios ha sembrado en el campo de la vida, en el propio corazón y en la vida de los demás.