Nace en Lima, hijo de José Antonio Pando, I conde de Casa Pando, natural de Selaya (Cantabria, hoy Burgos), caballero de la Orden de Carlos III, quien vino al Virreinato del Perú al ser nombrado administrador general de la renta de correos. Casado con  María Teresa Ramírez tuvieron diez hijos.

Estudió en el Seminario de Nobles de Madrid, y, a la muerte de su padre, con solo 15 años, se le envió de agregado diplomático a la legación de España en Parma y Roma, donde permaneció hasta que se inició la Guerra de la Independencia en 1808, en que, como todo el personal de dicha representación diplomática, se negó a prestar juramento a José Bonaparte como rey de España y fue deportado a Francia.

 Pando logró fugarse de la prisión en que se le había recluido. Se presentó primero en Madrid y luego en Cádiz (1811). El Consejo de La Regencia le envía  a Perú en 1812. De regreso a España (14 de mayo de 1815), se le nombró secretario y encargado de negocios interino de la legación de España en La Haya (11 de octubre de 1815. El 21 de mayo de 1820 se le destinó de secretario y encargado de negocios a la legación de Lisboa.

Por aquel tiempo, se casa en Cádiz el 13 de junio de 1821, con Rufina Álvarez de Acevedo y Salazar, hija de Tomás Álvarez de Acevedo y Robles, del Consejo de Indias.

Ganado por el Liberalismo, regresó a Madrid (16 de enero de 1822) para ocupar la plaza de oficial 2.º en la Primera Secretaría de Estado. Secretario de la legación en París (8 de diciembre de 1822), llegó a esta capital el 11 de enero de 1823. Pocos meses después se le llamó a Sevilla para asumir las funciones de primer ministro de Estado (13 de mayo de 1823). Dimitió el 27 de mayo y pasó a Cádiz el 15 de junio.

Temeroso de la reacción absolutista, se embarcó para el Perú el mismo día de la caída de Cádiz (1 de octubre de 1823). Llegó a Callao en junio de 1824, donde aceptó el cargo de ministro de Hacienda de la nueva República del Perú, que ejerció hasta 1827. Ministro del Perú en el Congreso de Panamá, ministro de Relaciones Exteriores (1833) y luego administrador general de Correos. Aprovechó la amnistía decretada por el Gobierno español en agosto de 1835, pero se le privó de sus derechos y honores por haber desempeñado cargos con los insurgentes de Perú (8 de octubre de 1836). Revocado dicho Decreto (7 de octubre de 1837), a Pando se le declaró cesante con una jubilación de consejero de Estado honorario.

En este tiempo, Lima se hallaba controlada por las tropas realistas. Su cuñado José González y Fuente, Conde de Villar de Fuentes y Conde de Fuente González, se desempeñaba como gobernador. A pesar de ello permaneció detenido en el Callao debido a su participación en el depuesto régimen liberal español. Poco después se le permitió trasladarse a Lima pero el Virrey José de la Serna lo envío nuevamente al Callao

La victoria patriota en Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, consolidó la independencia del Perú, y llevan a Pando a Chancay, donde se presentó ante Bolívar, quien le propuso que se encargase de la redacción de la Gaceta del Gobierno, lo que rechazó. El 28 de marzo de 1825 Bolívar nombró a José María Pando Ministro de Hacienda, cargo que desempeñó hasta el 19 de mayo del mismo año, tiempo en que fue enviado –junto con Manuel Lorenzo de Vidaurre–, como representante del Perú al Congreso de Panamá convocado por Simón Bolívar y José Faustino Sánchez Carrión. El 18 de mayo de 1826 fue nombrado Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del Perú, cargo que desempeñó hasta el 30 de enero de 1827. Desde la Cancillería Pando se dedicó a apoyar los dos principales proyectos bolivarianos: el de la unión hispanoamericana y la Constitución vitalicia.

Perú vivía el difícil problema institucional de conjurar el peligro de la anarquía y Bolívar propone una constitución con una presidencia vitalicia queriendo unir dos herencias, la del monarquismo europeo y la del republicanismo americano, era el proyecto de monarquía sin corona la que Jose Maria de Pando auspició y  defendió en el Perú.

Tras el retorno de Bolívar a la Gran Colombia se produjo una reacción nacionalista antibolivariana, la Constitución Vitalicia fue abolida., el Cabildo de Lima negó que los Colegios Electorales tuvieran facultades legales para examinar y aprobar proyectos constitucionales, por lo que dejó en suspenso la Constitución Vitalicia. Pando renunció al Ministerio a su cargo, siendo nombrado en su reemplazo Manuel Lorenzo de Vidaurre y Encalada. Tras la caída del régimen bolivariano Pando fue objeto de severas críticas

Alejado de los cargos gubernamentales Pando, se dedicó al periodismo a través de las páginas de Crónica Política y Literaria de Lima y el diario Mercurio Peruano (1827) del que fue directorfue notable poeta de la escuela clásica y uno de los fundadores del primitivo Partido Conservador de Perú.

En las elecciones parlamentarias para elegir a los miembros del primer Congreso bicameral del Perú José María Pando fue elegido Diputado por Lima. en 1829 y vicepresidente de la primera mesa directiva. En el gobierno de Gamarra, el 1 de junio de 1832, fue Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, siendo Presidente de la Cámara de Diputados, acompañado de Francisco de Paula González Vigil.

El presidente Gamarra lo convocó como ministro de Estado. En la tornadiza política, en 1834, se sublevó Bermúdez con el apoyo de la guarnición de Lima y se proclamó Jefe Supremo y nombra a José María Pando Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores. La caída del régimen del que formó parte llevó a José María Pando a las mazmorras del Real Felipe. En mayo se embarcó con rumbo a España. El año anterior había fallecido Fernando VII (29/9/1833), originándose una guerra civil entre los partidarios del Rey Carlos y los de la aún niña Isabel II. La regente María Cristina convocó para constituir gobierno a Francisco de Paula Martínez de la Rosa. Durante su gestión nombró a Pando miembro del Consejo de Estado. Al año siguiente, ya retirado en Chiclana por su salud, José María Calatrava, entonces ministro de Estado, no solo anuló su clasificación y lo despojó de sus distinciones, sino que le negó la nacionalidad española. Hubo de esperar hasta 1837 para que un nuevo gobierno le volviese a reconocer su clasificación y restituirlo en sus honores.  Aquí podemos apreciar trágica paradoja en la vida de Jose Maria de Pando, a saber, ser acusado de “godo” en América y de “insurgente” en España. 

En 1838, regresó a Madrid, donde su delicada salud le impidió desempeñar incluso puestos menores en el gobierno. En 1839 fue designado vocal honorario de la Junta de Aranceles cargo que desempeñó hasta su muerte el 23 de noviembre de 1840, cuando contaba solo 54 años de edad. las dos posiciones políticas del liberalismo, pero que evoluciona con su época aceptando las nuevas ideas y haciéndolas suyas con miras a consolidar nuevas formas de gobierno que hagan posible la armonía entre los hombres y las leyes. Como liberal de la primera parte del siglo XIX, Pando creyó firmemente en la monarquía constitucional como garante de la estabilidad del Estado, con un rey a la cabeza pero con un pueblo que ejerza la soberanía. Eran tiempos de búsqueda de nuevas formas y medios que ayudaran a estabilizar y consolidar los nuevos estados, tiempos en los que la visión de Pando jugó un papel preponderante.

Foto del autor de esta sección y de este artículo: Doctor e historiador José Antonio Benito.

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