El peligro del ‘pensamiento único’ y su actitud con la Iglesia

Una agencia de noticias trae la siguiente información: «Hace ahora dos años, la profesora Cheryl Abbate protagonizó una polémica escena en una de las aulas de la universidad católica jesuita de Marquette, en el estado de Wisconsin, EEUU. Cuando la profesora explicó durante su clase de filosofía que iban a tomar como premisa, sin necesidad de discusión, el derecho al matrimonio de personas del mismo sexo y los derechos LGTB porque todo el mundo está de acuerdo con esto”, uno de sus alumnos manifestó su desacuerdo y defendió, ante la inexplicable sorpresa de la profesora en una universidad católica, el matrimonio entre un hombre y una mujer. Tras escuchar al alumno, Cheryl Abbate señaló que algunos de sus compañeros podrían ser homosexuales, y que cuestionar el matrimonio del mismo sexo sería ofensivo para ellos” y un acto homófobo y racista. Posteriormente le amenazó con grabar la conversación y, finalmente, le echó de clase… Cuando el profesor de Ciencias Políticas John McAdams se enteró de lo ocurrido, acusó en su blog a la profesora de usar una táctica que ahora es típica entre los progresistas. Las opiniones con las que no están de acuerdo no simplemente son erróneas y no merecen de debate, sino que se consideran ofensivas y tienen que ser censuradas”. Tras defender al alumno, McAdams fue sometido a un expediente disciplinario. Sin embargo, no todo quedó ahí. Dos años después de lo ocurrido, la universidad ha suspendido el sueldo y el empleo del profesor hasta que admita su culpabilidad”»[1].

pensamiento-peru-catolicoEs contradictorio que se plantee la tolerancia y el respeto de todos, pero a la vez se diga «tú no puedes opinar». Se nos dice que todos podemos dar nuestros pareceres, pero parece que en ese «todos» no entran «algunos». Y en concreto, la Iglesia Católica no cuenta. Hoy se insta a que cada uno ejercite su libertad para hacer lo que cree mejor, pero esa libertad no la puede tener la Iglesia. A todos se les permite y promueve expresarse públicamente, mas no a la Iglesia. Cada uno puede, se afirma, presentar lo que cree bueno o malo y que ello sea respetado, sin embargo la Iglesia debe abstenerse. Nadie debe descalificar al otro, pero sí se puede hacerlo con la Iglesia. No se puede afirmar algo contra otro sin presentar argumentos sólidos, pero con la Iglesia ese principio no rige y se le puede difamar sin fundamentos. En última instancia la predicación de la tolerancia por parte de algunos termina siendo manipulada, promoviendo el respecto a unos y el agravio a otros. Se convoca así a la libertad para unos, pero se imposibilita para otros.

Ciertamente no todos los que promueven la tolerancia tienen este proceder, pero hay como detrás de estas cortinas un grupo de criterios descalificadores que pretenden apartar a los que piensan diferente. Y la Iglesia es la primera. Por qué y cómo se da ello, es importante descubrirlo, puesto que como hemos visto, lo que está en juego es la búsqueda común de nuestra felicidad.

Respondamos a ambas preguntas. Primero es importante mostrar que el pensamiento único termina siendo una dictadura (que tanto critican los promotores de este pensamiento, bajo la excusa de la democracia), pues busca que todos, obligados, sigamos los planteamientos que presentan sin cuestionar. Ello se da por ejemplo en el plano del consumo, de la moral o de las modas. pensamiento-peru-catolico2Se quiere eliminar la crítica, el uso de la razón y el cuestionar la realidad en aras de llegar a la verdad. Se busca simplemente que se siga, que se camine, que se viva y que no haya tiempo para pensar, criticar y opinar. Por ello quien pretenda motivar la reflexión se vuelve en potencial enemigo. De allí que la Iglesia (no únicamente, pero sobre todo), sea el principal obstáculo ya que ésta plantea la necesidad de buscar la verdad, el usar de la razón, el cuestionar las cosas y la honestidad intelectual. El cómo este pensamiento único busca descalificar a la Iglesia y sacarla de la mesa de dialogo, se da de varios modos. Mintiendo sobre ella, afirmando cosas sin argumentos, creando miedo frente a ella, generando ideas fuerza que los demás repitan sin cuestionarlas, especialmente a través de medios de comunicación.

¿Cómo el pensamiento único pretende descalificar a la Iglesia y sacarla del diálogo? De los muchos métodos, veremos tres: con las falacias, con la leyenda negra, con el insulto y la burla.

[1] Ver: http://infovaticana.com/2016/04/16/lobby-gay-intenta-callar-las-opiniones-no-le-gustan/.